Capítulo 49

61 9 2
                                    

Anticipé la pelea que tendríamos. Quiero decir, mis padres y yo. Parecía que el día había tardado mucho en pasar y el final no parecía estar cerca. Miré el reloj y vi que ya era hora de que llegara mi padre. Peter había cancelado todas sus citas y acabó quedándose en casa. No había comido nada y cuando decidí bajar a comer algo, me encontré cara a cara con la última persona en el mundo que quería ver en ese momento.

Rochi: Lali – sonrió al verme.

Lali: Rochi – sonríe sin fuerza – ¿Cómo estás?

Rochi: estoy bien. Er... Lali, ¿está todo bien con tu madre?

Lali: Ejem. Sólo sucedieron algunas cosas. Pero no necesitas preocuparte.

Rochi: ¿Está Peter aquí? Ella se negó a hablar de él.

Lali: Sí lo está. Puedes ir a su habitación si quieres. Creo que al menos está ahí. ¿Mi madre te dejó sola aquí? - Me pareció extraño, porque no era una actitud que ella siempre tomaba.

Rochi: Ella fue a la lavandería. Pero no hay problema, Lali. Ya soy miembro de la casa - Se rió.

Lali: Ejem. Bueno, siéntete libre. Sonreí.

Rochi: ¿Pasó algo? Estás pálida y pareces desanimada.

Lali: Si Peter te dice lo sabrás, si no, no hay de qué preocuparse – Abrí la nevera.

Peter: No volverás a chupar limón, Mariana. Es la quinta vez que te veo bajar.

Lali: No - Reí - Me voy a comer algo. Ya tengo hambre.

Peter: Está bien. Hola amor - Dijo dándole un beso - Que sorpresa.

Rochi: ¿Bueno o malo? - Horrible, pensé.

Peter: Una gran sorpresa. - Dijo al abrazarla.

Rochi: Precioso – Se rió – Ahí podríamos salir, ¿no? Ese día en la playa fue tan genial.

Lali: No puedo decir lo mismo – Dije, en un tono demasiado bajo para que nadie lo oyera.

Peter: ¿Qué dijiste?

Lali: Eso sería genial. A Máximo le encantará.

Rochi: Entonces está de acuerdo. Sólo marcar como favorito.

Lali: Claro - sonríe.

Y cuando los vi juntos, sentí una repentina necesidad de vomitar. Y de repente, perdí el hambre.

Peter: ¿No vas a comer?

Lali: Se me perdió el hambre – suspiré.

Peter: ¿Aún estás enfermas?
Lali: No – Reí – Esto lo inventé para quedarme en casa.

Rochi: Parece que eres un adolescente y no quieres ir a la escuela.

Lali: Perdón señora – le guiñé un ojo – Iré a subir y luego salgo.

Gime: Te vas a quedar aquí. - Dijo llegando a la cocina.

Peter: ¿Subimos, señora?

Rochi: Vamos señor – Se puso de pie.

Lali: ¿No puedo irme ahora? Estoy castigada, ¿verdad? Perdóname, por favor.

Gime: Te vas a quedar – Dijo con seguridade.

Lali: Está bien, me voy después de que hablemos.

Gimena: Respeto, Mariana.

Lali: Nunca te importó el respeto que te tengo – Cogí un frasco de vidrio que estaba en el mostrador y lo tiré al suelo – ¿Por qué ahora que te enteraste que compro drogas vas a actuar como una madre protectora? ?

Gime: Cállate, MARIANA. ROCIO ESTÁ AQUÍ.

Lali: Ella misma dijo que ya es parte de la familia, ¿cuál es el problema con decir que tiene una cuñada drogada?

Rochi: ¿Qué dijo? - Y miró a Peter.

Gime: Estás cruzando la línea.

Lali: Y YA NO PUEDO TOMAR ESTA CASA. QUÉ RABIA. ¿PUEDES DEJARME EN SOLA POR UNA VEZ EN TU VIDA? YA SOY ADULTA, DIABLOS.

Gime: PERO TUS ACTITUDES NO SON LAS DE UN ADULTO.

Lali: ENTONCES DÉJAME CRECER SOLA.

Nicolás: ¿Qué está pasando aquí? - entró a la cocina, encontrando extraños los gritos.

Peter: Será mejor que salgamos de aquí – Djo a Rochi.

Rochi: Ya me voy. Será mejor que hables. Buenas noches - sonrió, recogió su bolso y salió de la cocina.

Lali: Quiere saber qué pasó, Gimena. Dile.

Gime: RESPETO.

Lali: HABLA. CUÉNTANOS QUE PASÓ.

Gime: Ella... - respiró hondo - Le hizo daño a Manuela.

Nicolás: ¿Qué? - El me miró.

Peter: Estábamos en la habitación, ella y yo, y...

Gime: Estaba limpiando la casa...

Nico: ¿Podemos hablar uno a la vez, por favor?

Peter: Digo – respiró hondo – Lali y yo estábamos en su habitación, mi madre estaba limpiando mi habitación, y antes de subir…

Gime: Dejó a Manuela comiendo sola, se le cayó el plato y se cortó la muñeca.

Nico: ¿Y ella cómo está? - Se asustó.

Gime: Ella está bien. Pero le dieron tres puntos en la muñeca.

Nico: ¿Es eso cierto Mariana? - me miró, y yo miré a Peter, quien me siseó para que aceptara.

Lali: Fue - Miré a mi madre, y ella inmediatamente desvió la mirada.

Nico: ¿Entonces por qué se gritaban el uno al otro?

Gime: Porque tiene que aprender a ser más responsable.

Nico: Estoy de acuerdo. Bueno, voy a ver cómo está y bajaré. - Dijo saliendo de la cocina.

Lali: ¿Por qué hiciste eso?

Gime: Este tema aquí muere, Mariana. Lo mismo para ti, Juan Pedro.

Lali: Quiero un por qué.

Gime: Ustedes son mis hijos, y a pesar de lo mucho que los odio a ambos, no dejo de amarlos.

Peter: ¿no vas a decir nada? - Se quedó a mi lado.

Gime: Será como si nunca hubiera sucedido. Pero no quiero saber más sobre estas cosas.

Lali: Yo no consumo drogas. Ni Peter ni yo.

Gime: No sé qué creer ahora, pero no lo menciones.

Lali y Peter: Gracias. - Hablamos al mismo tiempo, lo que nos hizo sonreír a ambos.

Lali: Creo que será la primera vez que haga esto.

Gime: ¿Esto qué?
Lali: Esto – me acerqué a ella y la abracé.

Al principio le pareció raro, pero poco después le correspondió lo mismo. Sentí que otra persona nos abrazaban y miré hacia un lado, y era Peter. Sonreí, porque era la primera vez que los abrazaba a ambos sin ningún tipo de interés, por primera vez con sinceridad. Respiré profundamente cuando sentí que se me hacía un nudo en la garganta. No pude volver a llorar. Ni siquiera tenía ningún motivo para eso. Sentí como si mi madre me hubiera dado un beso en la cabeza y Peter susurró un "Te amo" en voz baja. ¿Pero quién fue que ese “Te amo” tuvo el mismo sentimiento que yo?

Mi ADN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora