Manuela: Gracias por venir, Lali.Lali: De nada – le sonrío – Agustín también vino.
Manuela: Ah... Hola – se encogió de hombros y volvió su atención hacia mí. Miré a Agus y comencé a reír - ¿Compraste mi regalo?
Lali: Yo lo compré, pero está en casa. Cuando volvamos te lo daré, ¿vale?
Manuela: está bien.
Lali: Feliz cumpleaños princesa - Escapó. Simplemente escapó.
Peter: Oye, ese es mi apodo.
Manuela: Sí, Lah, él es quien me llama princesa.
Lali: Ay, lo siento. Ya no - Me reí, me levanté y Manuela salió corriendo al ver a una amiga.
Peter: Realmente viniste y te ves hermosa. Realmente el vestido te sienta muy bien - miré a Agustín y tosí disimulando mi risa.
Lali: Gracias y dije que lo haría. - Me mordí el labio.
Peter: Sí, lo hice. Ah, hola Agustín – lo saludó.
Agus: Hola Peter – le estrechó la mano – Me alegra que alguien recuerde que existo.
Lali: No tiene por qué ser tan exagerado, Agustín. ¿Y la cabeza?
Peter: Está mejor – se rió y se puso la mano en la cabeza – ¿Y Maxi? ¿No vendrá?
Lali: No. Vino de visita un amigo suyo. Se disculpó pero no pudo venir.
Rochi: Peter – lo llamó desde lejos.
Peter: Bueno, iré allí. Espero que puedan divertirse.
Agus: Gracias. Algo imposible pero lo intentaremos.
Lali: Creo que se le está olvidando que yo también soy anfitriona.
Agus: Al menos debería serlo – nos reímos y nos dirigimos a una mesa.
Miré el reloj y eran las siete y media. Señor, ¿esto terminaría alguna vez? Ya había bostezado varias veces y no soportaba quedarse allí más tiempo. Maldita sea la hora que había prometido que iría a ese lugar. La fiesta ya debería haber terminado, señor del cielo. ¿Qué hacían todavía estas personas en ese lugar? Las siete y media era hora de que los niños se fueran a la cama. Ok, después de eso saldría con Agustín allí. De repente se apagaron las luces que había allí. Y empezó a sonar una canción divertida. Empecé a sudar y no sabía por qué. Música... de payaso. Y había uno allí. En medio del pasillo. Ya sabía por qué estaba sudando. Tuve coulrofobia. Sí, lo sé, palabra rara, pero sí, eso era miedo a los payasos. Siempre tuvo desde pequeña.Payaso: ¿A quién vamos a elegir para que nos ayude? - los niños empezaron a saltar como palomitas de maíz.
Lali: Agustín, vámonos de aquí – Me levanté y le jalé del brazo.
Agus: No Lali, está delicioso. Acabo de pedir más bocadillos.
Lali: Por Dios, Agus, vámonos de aquí.
Payaso: Ah, la señorita que acaba de levantarse. Ven aquí - todos me miraron.
Lali: No... No... Agustín, vámonos de aquí, por favor.
Agus: Ve ahí, Lalita. El payaso te está llamando...
Lali: Agus - Empecé a desesperarme. Miré hacia atrás y el payaso venía hacia mí - Por Dios, salgamos de aquí.
Payaso: Venga aquí señora – tomó mi brazo y comenzó a jalarme – ¿Cómo te llamas?
Agus: MARIANA - gritó emocionado.
Lali: No... Elige a otra persona, no a mí - Intenté tirar de mi brazo pero él no me soltaba.
Payaso: Vamos, Mariana. Te va a gustar...
Lali: No, por favor – Sentí que se me quebraba la voz. No podía llorar delante de MI FAMILIA.
Payaso: Cálmate, Mariana – susurró, cuando finalmente logró arrastrarme hasta el centro de la habitación.
Lali: Déjame ir – susurré.
Payaso: Cálmate, Mariana – repitió – Soy yo, Peter – le susurró de vuelta.
Agus: EMPIEZA PRONTO - gritó.
Lali: Yo... - sentí mis piernas débiles y mi cabeza mareada - me siento mal.
Peter: No hay necesidad de exagerar,
Lali. Tranquila, es sólo un truco de magia y ya está. ESTAMOS LISTOS CHICOS - gritó.Lali: NO... - lo último que vi fue a este payaso recogiendo unas cartas y luego me caí.
ESTÁS LEYENDO
Mi ADN
Fanfiction(...) Y lo único que nos separaba era el maldito ADN. Por mucho que lo quisiéramos, nuestro ADN era más fuerte que nosotros (...). Peter (...) Habíamos nacido en la familia equivocada. Pero estaba absolutamente convencido de que estábamos hechos el...