Capítulo 18

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PETER

Peter: Tienes que detener esto, Peter. ¿Qué tienes en mente? - Me preguntaba.

Caminé de un lado a otro preguntándome sin parar por qué lograba hacer tantas tonterías juntos al mismo tiempo. Besar a Lali fue una completa locura. Supongo que picotear a una hermana de vez en cuando era normal, pero no siempre. Ok, no era nada normal, pero Lali era tan perfecta que era imposible no querer besarla. Cuando está estresada, al mismo tiempo, es muy sexy. Sale moviéndose de una manera que sabe cómo volverme loco. A veces siento mis hormonas a mil.
Miré el reloj y vi que todavía había tiempo para salir a hacer algo con Rochi. Necesitaba hacer algo para olvidarme de mi dulce hermanita. La llamé y dije que podríamos hacer algo más tarde en su casa. Me di una ducha rápida, me cambié y fui a su casa.

Rochi: ¿Está todo bien? - Puso su mano en mi muslo.

Peter: Sí, mi amor. Pero te extraño - hice un puchero.

Rochi: Ay que hermoso – Dijo arazándome – yo también lo estaba. Pero ¿adónde vamos?

Peter: Vayamos a algún lugar donde podamos disfrutar de la noche.

Rochi: Hmm... ahora hablas mi idioma.

Me reí y conduje el auto hasta un motel. Uno al que siempre íbamos, para ver si nos relajábamos. Cuando llegamos pedimos una habitación y fuimos por ella. Creo que todos estaban acostumbrados a que estuviéramos allí. Entramos a la habitación besándonos, ella empujó fuerte la puerta y la llevé a la cama. Pero por mucho que lo intenté, no funcionó. Ella no estaba haciendo funcionar...

Peter: Ya es suficiente, déjalo en paz.

Rochi: ¿Qué pasó Pedro? - preguntó.

Peter: Lo siento, estaba pensando en otra cosa. Ven aquí - La puse encima de mí y la volví a besar.

Lali...Lali...Lali... Creo que susurré algo así, porque Rochi dejó de besarme por un tiempo pero al poco tiempo volvió. Seguí besándola, pero con los ojos cerrados. Tienes una idea de lo que es estar besando a Lali, abrir los ojos y ver... a Rochi.

Peter: No estoy logrando amor. Lo siento... - se quedó un poco callada y se bajó de mí.

Rochi: Está bien, pero… - cuestionó - ¿Pasó algo en tu casa?

Peter: No, ¿por qué?

Roche: En absoluto. Estás tenso. Me di cuenta desde que me llamaste.

Peter: No sé qué está pasando, lo siento.

Rochi: Está bien, mi amor. No hay problema. Sucede en las mejores familias.

Peter: Para nada – Sonreí, y le di un beso.

Como si fuera demasiado fácil decir: “No me estás excitando, porque mi hermana lo hace por ti con solo respirar”, nos quedamos hablando un rato y luego nos fuimos. Después de fracasar, decidí que la noche no podía terminar ahí. Así que fuimos a un club cerca del motel. Tal vez borracho podría acostarme con Rochi y no dejarla frustrada.
Después de todo, ¿qué me estaba pasando?

Rochi: Será mejor que nos vayamos.

Peter: Hola? Pregunté, sonriéndole.

Rochi: Peter, deja de tomar. ¿Lo que te pasa?

Peter: Deja de ser aburrida, mi amor, tomé otro trago de tequila.

Rochi: BASTA JUAN PEDRO. Voy a llamar a seguridad para sacarte de aquí.

Peter: ¿Por qué estás nerviosa? Pregunté mirándola con ternura.

Rochi: Eres peor que a un niño, Peter. Vámonos ya – me agarró del brazo y jaló de mí.

Peter: ¿A dónde vamos mi amor? - le sonríe.

Rochi: Te llevaré a un lugar realmente genial. Ven conmigo...

Peter: ¿Tiene bebida allá? - mis ojos brillaron.

Rochi: SÍ HAY, Pitt - Dijo impaciente.

Peter: Vámonos entonces – Me levanté y la seguí tambaleándome.

No sé a dónde me llevó, solo sé que al rato estaba en un auto y calentito. ¿Y qué hacía ella conduciendo?

Rochi: ¡Contéstame, carajo!

Peter: ¿Eh? - La miré, viendo dos de ella.

Rochi: ¿Sientes algo?

Peter: No - Miré hacia adelante - Verdeeee - Señalé el faro.

Rochi: Tenga paciencia señor.

Noté que ella detuvo el auto y miré hacia un lado. ¿Qué estábamos haciendo en mi casa? Aquí no hay bebida. Pero ahí está Lali. Ah sí. Rochi eres muy inteligente. Salió del auto y abrió la puerta de la sala. Escuché voces más allá de la de ella. DIOS MIO. Oigo espíritus.

Peter: Sal de aquí. Ve a la luz, espíritu – Sentí que se me daba un vuelco el estómago.

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