Capítulo 40

44 9 0
                                        


Lali: ¿Por qué tuviste que arruinarlo todo, Peter? - Me levanté - Me pagarás. Escucha lo que te digo, y esta vez no bromeo.

Peter: Estoy muerto de miedo – se cruzó de brazos – ¿Qué vas a hacer? ¿Dile a tu novio que me pegue? Sí, esa es una mala idea. Son tantos que podría terminar en el hospital.

Lali: Si crees que esto es algún tipo de broma, lo siento, porque no descansaré hasta verte en la mierda, Peter.

Peter: Lo espero con ansias – se rió, irónicamente – Ya te di tu beso de buenas noches, ahora puedes irte.

Respiré hondo y salí de la habitación con pasos pesados. Él me iba a pagar. Y esta vez no iba a sentir pena.

Lali: Buenos días Lali. No estás nerviosa ni tienes dolor de cabeza. Eres feliz y amas a tu familia - Sonreí ante mi reflejo en el espejo - Sí, buenos días hermana - Besé el marco con la foto de Dani

Salí de mi habitación y cumplí mi parte entrando a la cocina. Peter aún no había llegado. Pero Manuela, mi madre y mi padre sí. Para mi felicidad.

Lali: Buenos días familia.

Gime: Buenos días hija mía. ¿Dormiste bien?

Lali: Sí, dormí, gracias – Abrí la nevera.

Nico: Buenos días Lali. Llegaste tarde ayer, jovencita.

Lali: Estuve en casa de Agustín. Estábamos ensayando – le sonreí – Mamá, ¿no tienes limones?

Gime: Los encontré todos en la basura cuando desperté. Pero iré al mercado y te lo compraré, no te preocupes.

Manuela: Oye Nena, ¿no vas a hablar conmigo? - hizo un puchero.

Lali: Lo siento mi amor – Cerré el refrigerador y me dirigí hacia él – ¿Perdóname? - La recogí.

Manuela: Sí – se rió y me abrazó.

Peter: Buenos días.

Gime: Buenos días señor gruñón.

Peter: Yo también te amo mamá – se sentó al lado de mi padre.

Gime: Nicolás, ¿supiste del hijo de Emília?

Nico: No, ¿qué le pasó?

Gime: Estuvo hospitalizado.

Lali: ¿Ese niño que vino a la casa a jugar con Peter?

Gimé: Él mismo.

Peter: ¿Por qué está hospitalizado? No tiene una hermana como Mariana para eso.

Manuela: Idiota - le sacó la lengua.

Gime: De todos modos, parece que lo encontraron con drogas y le hicieron algunas pruebas y parece que es esquizofrénico.

Peter: ¿En serio? - pareció sorprendido - ¿Y cómo está Emília?

Gime: No he hablado mucho con ella, pero parece que no le va muy bien.

Nico: ¿Sabes lo que pienso? Las drogas son el mayor error que una persona puede cometer. Creo que si uno de mis hijos se drogara sería muy difícil aceptarlo como mi hijo. ¿Oísteis, niños?

Gime: Creo que ambos tienen mucho sentido común, ¿no?

Peter: Drogas. Idiotez. ¿Cómo ayudaría esto en mi vida?

Drogas. No aceptarlo como hijo. Juicio. Peter. Venganza...

Lali: Perfecta idea - dijo en voz muy alta.

Manuela: ¿Qué idea, Nena?

Lali: La obra... Sí, tenía una idea para la obra. Una grand idea.

Gime: Eso es bueno, hija mía. Espero que salga bien.

Lali: ¿Pero dónde compraré esto?

Nico: ¿Comprar qué?

Lali: Rosas... azules. Por la pieza.

Gime: ¿Vas a pensar ahora en todo esto hija mía? Déjalo para más tarde.

Lali: Pero esto es perfecto.

Nico: Está bien, si es tan perfecto, ¿por qué no nos lo cuentas?

Lali: Porque es una sorpresa. Irás el día del estreno de la obra, ¿no? Entonces sabrás de lo que estoy hablando.

Peter: ¿Pero cómo te dieron la idea, Lali?

Lali: Sencillo, hablaron de drogas, luego recordé el olor extraño que tenía, luego recordé el olor a rosa azul que me dio ganas de comprarlo.

Peter: ¿Qué?

Lali: No sabrás por qué no te invito a mi obra, pero ellos sí.

Peter: Como si quisiera verte plantada en un escenario - se rió.

Lali: Mi amor – Ignoré a Peter y hablé con Manuela -, Nena tendrá que irse, pero hoy llegaré temprano para que podamos jugar, ¿vale?

Manuela: Ok Nena - La besé en la mejilla y me levanté.

Lali: En fin, buen día para todos.

Me despedí de mis padres y me fui, aún sin comer nada. Agustín definitivamente estaría allí y lo arrastraría a un Starbucks para comprar un Blueberry Muffin y un Strawberry Frapuccino. Pero mi gran pregunta era... ¿Dónde conseguiría las drogas?

Lali: ¿Qué haces aquí? - Lo miré molesta.

Maxi: Vine a verte mi amor – se acercó a mí y di un paso atrás.

Lali: Ya está, ya puedes irte.

Maxi: ¿Por qué me maltratas tanto?

Lali: No te estoy maltratando. Simplemente estoy haciendo lo mismo que tus amigos me hacen a mí.

Maxi: Entonces deberías hacerle esto a mis amigos, no a mí. No tengo la culpa de nada.

Lali: Ay Máximo, ¿quieres saber? Sal de aquí, vete.

Maxi: ¿Vas a romper conmigo?

Lali: No amor, te pido que me dejes trabajar, por favor.

Maxi: quería hablar contigo. Lali, ¿por qué ya no somos como antes?

Lali: ¿Y cómo éramos en el pasado? - Pregunté sinceramente.

Maxi: Parecía que antes te gustaba.

Lo sentí. De verdad. Me mordí el labio inferior y lo miré.

Mi ADN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora