Capítulo 39

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lalí

Lali: ¿Alguna vez te sientes... raro cuando estás cerca de alguien?

Agus: Me siento así cada vez que estoy cerca de ti.

Lali: ¿Por qué? - Me sorprendió.

Agus: Porque todavía no acepto que soy tu amigo.

Lali: Idiota. No, pero ahora es serio... Es como si se me quitara el hambre sólo de pensar en esa persona. Y cuando la veo, me sudan las manos y se me acelera el corazón. Es raro.

Agus: ¿Nunca sentiste eso?

Lali: No.

Agus: ¿Qué sientes por Maxi?

Lali: ¿Por qué la pregunta?

Agus: Respóndeme. Cómo te sientes y qué sientes cuando estás con él.

Lali: La verdad que cuando estoy con él lo que más quiero es que pase rápido el tiempo para poder llegar a casa. Estar con él es muy aburrido.

Agus: ¿Y alrededor de quién sientes esas cosas?

Lali: Siento... - Dudé - Victorio.

Agus: ¿Alguna vez pensaste que podrías estar enamorada?

Lali: ¿Eh? - Lo miré y me dio un ataque de risa.

Agus: No te rías, Lali. Esto es serio.

Lali: Agus, ¿alguna vez has estado enamorado?

Agus: ¿Quién te garantiza que nunca lo estuve?

Lali: Ay Guh, por Dios, claro que no. Ni tú ni yo.

Agus: A veces odio eso de ti, Lah. No puedes decir que tienes sentimientos.

Lali: Tengo sentimientos, Agus.

Agus: Entonces déjalos salir. No se queda en este mundo para siempre,
Lali, en serio.

Lali: Agustín, cállate, ¿vale?

Agus: No, no me callaré. Y ya estoy cansado de ti, vete.

Lali: Ah, gracias por tu sincera amistad – Me levanté y recogí mi bolso – Hasta mañana, Agustín – salí de su habitación – Chau Lori.

Lorena: ¿Vas a ir Lali? - preguntó cuando pasé por la habitación.

Lali: Sí. Hasta luego – Besé su mejilla y salí de allí.

Cuando llegué a casa, por suerte para mí, Manuela ya estaba en la cama y Peter estaba tumbado en el sofá viendo algo en la televisión. Me senté en el brazo del sofá y él me miró sentándose. No dije nada y me senté a su lado.

Peter: ¿Que pasa? - El me miró.

Lali: ¿Qué?

Peter: ¿Por qué no subiste? ¿Saliste nerviosa? ¿Saliste maldiciéndome?

Lali: Porque no quiero.

Peter: ¿Bebiste?

Lali: Sólo un poquito – dice una seña con los dedos.

Peter Lali, ¿estás borracha? ¿Mismo? - Asenti.

Y yo no estaba mintiendo. De hecho, había estado bebiendo. Como... 8 o 9 tragos de tequila.

Lali: Un poco, ya dije.

Peter: ¿Y cómo condujiste a casa?

Lali: Como siempre lo hago. Conduciendo, amigo.

Peter: Estás loca – puso los ojos en blanco y volvió a mirar la televisión.

Bajé la cabeza y comencé a llorar. Peter escuchó mis sollozos y comenzó a mirarme. Cuanto más intentaba dejar de llorar, más lloraba. Peter empezó a reír, pero no podía quitarme los ojos de encima. Demonios, ¿por qué estaba llorando?

Peter: No me vas a conmover con esta escenita, Lali.

Lali: Agustín y yo nos peleamos - Me miré las manos.

Peter: ¿Y por qué?

Lali: Por qué... por qué... - Lo miré - No sé por qué - Hice un puchero triste y él se rió.

Peter: En realidad sos bastante diferente cuando estás borracha.

Lali: Dijo que estoy enamorada - Me sequé las lágrimas.

Peter: ¿Y por quién?

Lali: No estoy enamorada. Y si lo soy es por mi novio.

Peter: ¿Cuál de todos, Lali?

Lali: ¿Sabes que no lo sé? - Pensé - ¿Tengo más de uno?

Peter: Dos. Al menos hasta donde yo sé.

Lali: Sabes – me quedé a un lado – ni siquiera me gustan mucho.

Peter: La bebida entra y la verdad sale. ¿Y por qué estás con ellos?

Lali: No lo sé – volví a pensar.

Peter: ¿No será mejor que te vayas a dormir?

Lali: ¿Puedo ver la televisión contigo?

Peter: Sólo si respondes una cosa primero.

Lali: Puedes hablar - sonríe.

Peter: ¿Por qué Manuela me trata con indiferencia?

Estaba borracha pero no era estúpida. Si pensaba que le iba a decir la verdad, estaba muy equivocado.

Lali: No lo sé.

Peter: ¿Cómo no lo sabes, Mariana?

Lali: Te juro que no lo sé, Pitt. Ella simplemente no me suelta, y recuerdo que tenía algo sobre ti..

Peter: ¿Qué dijo ella? - preguntó emocionado.

Lali: Creo... - Pensé - Ay, ahora no me acuerdo. Pero te juro que no le dije nada.

Peter: Ok, no hay problema – parecía molesto – Puedes quedarte ahí, yo subo – se puso de pie.

Lali: ¿Y mi beso de buenas noches?

Peter: ¿Qué? - Él rió.

Lali: Quiero un beso de buenas noches, ¿por qué? - ¿De qué carajos hablas Mariana? Callate la boca. Ahora.

Peter: Hm... - volvió a sentarse - Lali, ¿quieres un medicamento? Te prometo que no te daré un relajante muscular.

Lali: No quiero medicinas, quiero un beso de buenas noches – puse los ojos en blanco.

Peter: Eh, Lali, será mejor que te vayas a dormir. Te llevaré a tu habitación.

Lali: ¿En serio? Que lindo - Le sonreí - Pero quiero un beso.

Peter: Oh, por Dios, se acercó a mí.

Cuando la vi acercarse a mi cara, cerré los ojos. Rozó su nariz contra mi mejilla y depositó un beso allí. Cuando abrí los ojos, giré la cara y estábamos frente a frente. Nuestros ojos se encontraron perfectamente. El marrón completó al verde y el verde completó al marrón. Sentí una enorme necesidad de sonreír y agarrarlo, pero él era quien tendría que hacerlo en ese momento. Su nariz tocó la mía y sentí su cálido aliento en mi cara. Cerré los ojos, pero los abrí y al segundo siguiente dijo las 6 palabras que más me ofendieron en mi vida.

Peter: Si valieras algo, incluso te besaría. - Dijo se alejando  de mi cara.

Lo único que vi después fue su cara con la huella de mi mano. Quería colgarlo y verlo morir allí mismo, frente a mí.

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