Fate Grand Order: Dragon x Servants

Singularidad B+: El Imperio de los Lobos (Capítulo 28)

Lo primero que todos vieron cuando la luz que bañaba el campo de batalla se disipó, fue el masivo cuerpo de Espartaco casi partido a la mitad. El gigantesco Berserker se encontraba con una espada de luz pura clavada en su torso, el constructo dorado atravesando su carne y abriéndola de lado a lado.

Múltiples quemaduras cubrían todo su cuerpo, algunas llegando incluso a mostrar el hueso que se escondía debajo de capas y capas de músculo y carne, y su espadón se encontraba completamente roto a sus pies.

Sin embargo, lo más sorprendente de todo... El monstruoso Berserker seguía con vida. Su alegre risa retumbaba por todo el campo de batalla, llena de una vida que parecía incapaz de pertenecer a un cuerpo tan destruido como el suyo.

"APLASTARÉ SU ABSURDA TIRANÍA!"
El grito del berserker retumbó en los oídos de todos mientras que el cuerpo del Servant empezaba a deformarse. La espada de luz fue destruida por la carne misma del Servant a medida que esta se unía, y se pudo ver ante los ojos de todos cómo sus heridas sanaban y su carne volvía a crecer allí donde había desaparecido.

"Y yo que pensaba que Patriot era difícil de tumbar."
La voz de Gavial alcanzó a los más cercanos a ella, ganándole un par de miradas molestas e indignadas. La mujer de cabello verdoso, quien ahora vestía ropas mucho más reveladoras y llevaba su cabello atado en múltiples coletas trenzadas, les dedicó una sonrisa burlona mientras que movía su hacha recién obtenida y la apoyaba en uno de sus hombros.

"No pueden decirme que no, ese tipo tiene una regeneración absurda."
Comentó la luchadora con diversión notable, mientras que empezaba a caminar en dirección del gigante.

"Hey Nearl! Déjame ese a mi! Toma tu a quienes están luchando con Estelle y quienes mataron a Beehunter!"
La mujer de cabello rubio con rasgos equinos le dirigió la mirada a Gavial. Ahora vestía una chaqueta blanca de capa larga, y la única armadura sobre su cuerpo eran una hombrera dorada, y guanteletes y grebas que cubrían sus brazos y piernas. Su hacha había desaparecido, encontrándose ahora una lanza entre sus manos.

"Entendido."
Su respuesta fue breve, y sus pasos fueron tranquilos mientras que se alejaba del monstruoso Berserker que aún reía.

"NO ESCAPES DE MI TIRANA COBARDE!"
Espartaco gritó, empujando uno de sus brazos en un puñetazo que arrojó contra la caballero. Sin embargo, el ataque nunca la impactó cuando otro constructo de luz se formó entre ambos. Otra espada gigante que apareció repentinamente, absorbiendo su golpe y siendo destrozada por el mismo.

"VEN AQUÍ!"
El servant volvió a gritar mientras trataba de arrojarse con otro golpe igualmente pesado, pero ésta vez fue un hacha masiva lo que interceptó su ataque. El choque destrozó el suelo a los pies del Berserker e incluso lo forzó a retroceder un paso torpemente. Pudo notar los huesos de sus dedos destrozados por el impacto, pero una risa suya fue todo lo que el dolor sacó de él.

"Vamos, no quieres terminar lo que empezamos en el puente?"
La seguridad en la sonrisa de Gavial era evidente, y sus palabras iban cargadas de desafío. Un desafío que fue correspondido por le Berserker, quien se arrojó sobre ella con un alarido de locura y diversión.

No era la primera vez que Estelle hacía frente a múltiples enemigos. Era algo que acostumbraba a hacer de hecho. Sin embargo, nunca se había enfrentado a un grupo tan coordinado. Empezaba a arrepentirse de haber aceptado el rol, pero no tenía muchas más opciones.

Desvió otra embestida de una de las mantis mientras que usaba su cola para bloquear una lanza que le fue arrojada desde el cielo, usando ambos brazos para atrapar a una tercera que le intentó caer desde arriba en el momento en que la vio esquivar la primer embestida.