Singularidad B+: El Imperio de los Lobos (Capítulo 22)

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"... Llegaron. Podemos comenzar."
Okita tuvo un muy mal presentimiento ante dichas palabras. Ver a su oponente tomar su arma sólo fortaleció dicha sensación.

No espero ni siquiera un segundo. Su cuerpo se desdibujó en un borrón de velocidad mientras que su espada se convertía en un destello plateado. En cuestión de un parpadeo, como si la materia y la realidad misma se hubiesen doblado para reducir el tiempo que ella tardaría en moverse,  apareció frente a la mujer de cabello pálido con la espada gigante.

Su espada se movió en una estocada directa. A pesar de sentir sus órganos internos dañarse por al presión del movimiento y la aguda sensación de dolor recorriendo su cuerpo ante la activación de su constitución débil, la sensación no era comparable a cuando Kal'tsit no la estaba tratando, y pudo completar el ataque, sintiendo que su espada alcanzaba a su objetivo.

CLANK

Sólo que no lo alcanzó realmente.

Los ojos de Okita se abrieron ampliamente cuando su espada fue interceptada, chocando contra la oscura espada de la mujer de cabello pálido.

"... Eso fue rápido..."
Cuando escuchó el comentario de la mujer, confirmó su creencia anterior de que éste no sería un combate fácil.

Cuando la espada oscura se balanceó en un arco amplio, desviando a un lado en el proceso la espada de Okita, la Servant sólo consiguió retroceder lo suficientemente rápido para que el oscuro filo cortase parte de su kimono, sin lograr alcanzarla.

Okita no tuvo descanso cuando un pequeño movimiento de muñeca de su oponente hizo girar su gigantesca espada, convirtiendo el ataque fallido en un nuevo ataque descendente que empezó a caer sobre ella con un único paso de la mujer de cabello pálido.

Con un rápido juego de pies, Okita se hizo a un lado y saltó rápidamente, dejando que el arma se estrellase contra el suelo. La roca se destrozó y un pequeño cráter se generó en el suelo mientras que toda la caverna temblaba, y el agua del techo se sacudía y parecía amenazar con caer ante ese único impacto.

"Ufa... Skadi no se está conteniendo."
La segunda mujer de cabello pálido en la cueva, aquella que parecía tener un bastón con una bolsa de sangre entre sus manos, comentó esto con un tono ligeramente nervioso inundando su voz.

Entonces, sintió un agudo dolor en su espalda. Sólo pudo dejar escapar un pequeño quejido mientras que su cuerpo salía disparado como una bala de cañón, hasta estrellarse contra una de las paredes de la cueva.

"Fiu, una menos!"
Asintiendo para sí misma, Leone declaró aquello alegremente después de haber golpeado a la mujer por la espalda, aprovechando la llamativa confrontación de su compañera para moverse sin ser vista en la oscuridad de la cueva.

Entonces, todos sus sentidos le gritaron en alerta y un escalofrío recorrió su cuerpo entero en un instante. Leone inmediatamente saltó hacia atrás, contemplando cómo el suelo en su posición anterior explotaba y la cueva entera temblaba una vez más. Skadi había aparecido en su ubicación anterior, su espada habiendo descendido sobre el lugar y generando un nuevo cráter comparable al primero que creó.

Leone tragó saliva audiblemente, imaginando el resultado de ser golpeada por eso.

Dentro del polvo levantado en la zona donde la mujer golpeada por Leone había terminado, se podía ver un suave brillo rojizo apenas perceptible.

Habiendo fallado en su ataque contra la Assassin, Skadi no dijo palabra alguna mientras que daba media vuelta. El chirrido del chocar de metal contra metal reverberó por la cueva cuando la espada oscura y la katana se encontraron una vez más.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora