Singularidad F: Fuyuki (Capítulo 5)

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"Deberíamos decirle a ambos que pudimos escuchar toda la charla que tuvieron con sus Servants temporales?"

Tras unos minutos de silencio los cuales se hicieron eternos para el pequeño grupo en la sala de comando, Da Vinci fue la primera en hablar. Con un tono pensativo y curioso, dejó salir aquella pregunta mientras que contemplaba la pantalla enfrente suya. Viendo cómo Issei y sus servants seguían con su camino hacia la zona donde Berserker se encontraba gritando y generando un caos tal que parecía ser un desastre sobrenatural con patas.

"... Definitivamente no. Al menos no ahora, los distraerá y no podrán seguir las peleas por la vergüenza que pasarán."
Tras un par de segundos bastante más breves, quien respondió fue un hombre de cabello anaranjado. Roman dejó escapar un suspiro pesado y cansado tras sus palabras, mientras que se dejaba caer más dentro de su asiento. Pese a su cansancio, dirigió su mirada hacia la misma pantalla que Da Vinci contemplaba, y no pudo evitar sonreír ligeramente.

Recordando las palabras de ambos Masters bajo su cuidado cuando pensaban que estaban en solitario, decidió que hablaría con ambos cuando volviesen de la singularidad. No estaba seguro del todo de que era lo que ocurría con Issei, pero creía que como mínimo podría ayudarlo a lidiar mejor con sus problemas. Por otro lado, lidiar con Sekine se le haría más fácil, por lo que decidió que primero hablaría con ella... Si es que Olga no decidía hablar con ella primero.

Su mirada se desvió hacia la mujer de cabello blanquecino, y pudo ver cómo su mirada estaba clavada en la pantalla que ella tenía enfrente suya. Supo que también había escuchado todo y permaneció en silencio unos segundos mientras pensaba. Finalmente, Roman dejó escapar un suspiro mientras que se ponía de pie. Sabía muy bien que lo que estaba por hacer podía salir muy mal, pero se decidió a hacerlo igual.

"Animusphere-sama..."
Roman empezó a hablar mientras que se ponía de pie.

Issei contempló en silencio mientras que Lancer avanzaba con paso tranquilo hacia una nube de polvo y escombros de tamaño gigantesco, la cuál se alzaba escondiendo el aspecto del Servant al que enfrentarían. A su lado, Caster mostraba una sonrisa tranquila, mientras que tres de los dragones que ella había estado invocando en sus combates anteriores flotaban alrededor de ambos, girando en espera de que su oponente se revelase.

Entonces, la nube de polvo estalló en todas direcciones y se dispersó. Un borrón grisáceo salió disparado a una velocidad abrumadora, y las tres mantis humanoides que formaban a Lancer se dispersaron y alejaron en direcciones diferentes con rapidez, dejando que el servant desconocido destrozase el concreto y mandase escombros a volar en todas direcciones.

El joven de cabello oscuro retrocedió un paso torpemente mientras que alzaba una de sus manos. Cubriendo su rostro, esperó que un escombro lo golpease. Cuando no sintió nada, miró entre sus brazos y notó que uno de los dragones estaba frente a él, habiendo dispersado las rocas antes de que lo tocasen.

Suspiró relajado, antes de dirigir su mirada a Berserker en el momento en que escuchó un fuerte aullido retumbar por la calle, más similar al grito de una bestia que al de un hombre.

Lo que Issei únicamente podía describir como un gigante cuyo cuerpo estaba envuelto en placas de metal corroido y maltrecho se erguía en mitad del cráter que su impacto previo había generado. Una espada oscura, con el mismo estado corroido y negruzco que su armadura, se encontraba clavada en el suelo siendo sostenida por su brazo derecho. Su brazo izquierdo colgaba inherte y doblado de una forma antinatural para un hombre, pareciendo incluso roto si las abolladuras en la coraza eran una señal. Un trozo de tela azulada salía desde su casco, cubriendo la mitad inferior de su rostro, y terminando por cubrir la mitad superior de su espalda, pareciendo una capa arrancada.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora