Chaldea: Interludio 1 (Capítulo 2)

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Ni Sekine ni Issei estaban seguros de cómo responder a las palabras de los Servants que aparecieron frente a ambos. Permanecieron en silencio mientras que examinaban a sus respectivos servants con la mirada, logrando identificarlos gracias a que aparecieron directamente frente a ellos y gracias a la conexión formada al momento de la invocación.

Frente a Issei se encontraban el dúo de dos mujeres que se presentaron primeras. No le fue difícil al joven notar que ambas eran más bajas que él, y las notables diferencias entre ambas. Mayormente en sus vestimentas, que denotaban que venían de diferentes países y periodos de tiempos relativamente distantes. La mujer más baja de ambas, de cabello rubio y ojos verdosos, parecía venir de una Europa medieval, mientras que la más alta, aunque sólo por unos pocos centímetros, parecía venir de Japón. Recordando sus pocas clases de historia, el joven permaneció unos segundos en silencio mientras entrecerraba los ojos, antes de que una pequeña lamparita se encendiese sobre su cabeza.

"Oh! No sabía que Okita Souji era una mujer! Aunque... Bueno, puede que la historia de éste mundo sea diferente..."
El joven exclamó con un ligero deje de emoción en su voz, y dejó que su mirada vagase sobre la mujer de cabello rosado. Por dentro, el joven maldijo carecer de la habilidad de uno de sus amigos para obtener las medidas de una mujer con un vistazo, le habría servido viendo que ahora mismo la ropa que sus servants ambas llevaban ocultaban sus cuerpos demasiado.

Por otro lado, Sekine contempló a ambos servants frente a ella. La mujer de cabello rubio y ojos rojizos sonreía de una forma siniestra que mandaba escalofríos por la espalda de la joven. Su presentación no ayudaba mucho, si ella debía ser honesta. Centrando rápidamente su mirada en el único hombre invocado, lo miró en silencio por unos segundos, antes de entrecerrar ligeramente los ojos.

"Cu Chulainn...?"
La joven de cabello rojizo preguntó aquello con curiosidad notable en su voz. No pudo evitar notar las similitudes entre el hombre frente a ella y el Caster que había luchado junto a ella durante la Singularidad de Fuyuki. Sobre todo sus rostros que eran casi idénticos, aún si esa versión de Cu Chulainn era un Caster y éste parecía ser su versión Lancer.

El hombre ante las palabras de su Master entrecerró los ojos mientras que dirigía su mirada hacia ella. Tras unos segundos, chasqueó la lengua mientras que sonreía de forma divertida.

"Bueno Master, los recuerdos son algo borrosos, pero, ésta vez al menos me tienes como la clase a la que verdaderamente pertenezco. Será un placer volver a trabajar contigo. Lamentablemente parece que esas mantis no están aquí para una revancha adecuada."
El hombre de cabello azulado finalmente comentaría, mientras que dejaba escapar una pequeña risa. Viendo a su alrededor y notando la ausencia del otro servant con quien había trabajado dentro de la singularidad, el hombre no pudo evitar soltar aquel último comentario en un tono ligeramente decepcionado.

"Eh? Como que no se sabe que soy mujer?!"
"... Este mundo...?"
Antes de que Sekine pudiese responder a las palabras del servant de clase Lancer, las voces de las dos servants del joven de cabello oscuro resonaron en la habitación. La primera en hablar fue la mujer de rasgos japoneses, quien realizó su exclamación con una mezcla de sorpresa y ofensa en su voz,  seguida de la pregunta de la mujer europea, quien entrecerró ligeramente los ojos mientras que dirigía su mirada hacia su Master, con notable curiosidad.

Escuchando las preguntas de sus servants, una pequeña risa nerviosa se le escapó a Issei, mientras que el pensamiento de que una explicación estaba pendiente ahora cruzaba por su cabeza. Sólo esperaba que no preguntasen por los detalles.

Unos cuantos minutos y una larga explicación más tarde, Issei se encontraba sentado en el borde de la cama de su habitación, mientras que enfrente suya se encontraban sus tres servants. La primera que Issei invocó, Ling, se encontraba sentada en el suelo. Con un vaso en una mano y una botella de vino en la otra, la mujer permaneció en silencio tras haber escuchado la explicación de su Master, dando ocasionales sorbos a su bebida. La segunda servant, la mujer europea cuyo nombre Issei aún desconocía, se encontraba sentada en la silla de su escritorio. Su armadura y arma habían desaparecido, con ella en esos momentos llevando sólo un vestido de una pieza de tela azulada, y manteniéndose en silencio mientras que miraba hacia el suelo, sin dirigir su mirada hacia su Master. La última de las tres, Okita, se encontraba en esos momentos sentada en el suelo también, al lado de Ling. Su mirada se encontraba puesta en el joven de cabello negruzco, a quien miraba en silencio con algo de pena en su mirada.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora