Singularidad B+: El Imperio de los Lobos (Capítulo 30)

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Las llamas inundaron el pasillo del abandonado edificio, iluminando la oscuridad que lo llenaba y calcinando a todos los dragones que se abalanzaron sobre la enfurecida bruja.

"DONDE ESTÁS?! MUESTRATE COBARDE!"
Con rabia digna de un Berserker, el grito de Jalter retumbó por los oscuros pasillos. Su mirada vagaba de un lugar a otro en búsqueda de la mujer con quien estaba peleando.

No tardó en encontrarla al ver un suave brillo azul en una de las esquinas del pasillo.

El cuerpo de la mujer empezaba a deshacerse lentamente, con la misma mostrándose ilesa más allá de algunas quemaduras superficiales.

"... El doctor perdió entonces."
Aquellas fueron las únicas palabras que alcanzó a decir, antes de que su cuerpo fuese atravesado por una multitud de estacas de energía morada, un segundo antes de que las llamas la calcinasen completamente.

"Imbécil, sólo muere."
Habló Jalter con una voz cargada de veneno y rabia a partes iguales, una expresión enfadada siendo visible en su rostro.

Pronto la realidad misma se deshizo a su alrededor, revelando las abandonadas calles de Florencia. Su mirada se movió para contemplar sus alrededores lentamente, notando el cambio de escenario. Finalmente era libre de esos extraños y bizarros mundos que la mujer creaba y descartaba.

Empezó a caminar lentamente, una mirada determinada reflejada en sus ojos dorados como una ardiente flama.

"... Sekine-chan y Mash-chan siguen vivas...?"
Después de escuchar lo ocurrido en Roma, la voz de Issei sonó gélida. Sus palabras brotaron lentamente, sus ojos clavados en el holograma del doctor.

Ante sus palabras Roman asintió lentamente, aunque una expresión nerviosa estaba presente en su rostro ante la mirada del adolescente.

"Lo están, pero su situación es delicada. Sekine se encuentra con sus reservas mágicas en un punto mínimo, similar a como quedaste después de Orleans. Y Mash, junto a las demás Servants, están gravemente heridas. Tardarán algunos días en sanar completamente, incluso con el apoyo de Kal'tsit."
Explicó lo mejor que pudo tratando de calmar al inestable adolescente, quien parecía estar a punto de ir corriendo hacia la capital de Roma una vez más.

Suspirando, Issei asintió lentamente. Sintió que un peso era levantado de sus hombros al saber que sus compañeras estaban bien. Tendría que agradecer a Ling que las hubiese salvado a pesar del riesgo que implicó lo que hizo, y se encargaría de que Apollyon pagase por lo que forzó a hacer al Doctor.

"MASTER"
Repentinamente el grito de una de sus Servants alcanzó sus oídos, reclamando su atención.

Cuando Issei se giró para ver quién lo llamó, sólo pudo sentir cómo era repentinamente tomado del cuello de su camisa antes de que una fuerza tirase de él. Cuando su mirada se enfocó y entendió lo que estaba pasando, notó la sensación cálida y suave de unos labios presionados contra los suyos, y sus ojos se abrieron como platos cuando reconoció el rostro de Jalter pegado al suyo.

"Eso fue inesperado."
Comentó Black Star, viendo la escena desde un par de metros con una gota de sudor bajando por su nuca.

Apollyon se encontraba recorriendo las vacías calles de Florencia con pasos tranquilos. Tras la derrota del Doctor, consideró innecesario permanecer más en la ciudad. Había visto suficiente.

"Master."
Una voz femenina la llamó, causando que se detuviera en seco. Inclinándose ligeramente, vio por encima de su hombro la figura ataviada de blanco de Harribel, una de las Servants a su servicio.

"Harribel. Viste algo interesante?"
Preguntó con tranquilidad, terminando de girar su cuerpo para encarar a su subordinada directamente.

Un asentimiento fue su respuesta.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora