Chaldea: Interludio 1 (Capítulo 1)

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Sekine se dejó caer con un pesado suspiro en su cama, acostándose en la misma para mirar el techo encima suya. Sentía su cuerpo exhausto, y sus párpados empezaban a pesarle. Ni siquiera se molestó en ponerse ropas más cómodas que el uniforme estándar de Chaldea con el que había ido a la Singularidad, demasiado cansada para poder hacer nada, la joven de cabello rojizo empezaba a cerrar sus ojos lentamente, deseando poder dormir y descansar brevemente.

Unos suaves golpes a la puerta de su habitación forzaron a la joven a despertarse, dejando escapar un quejido al no haber podido ni siquiera terminar de cerrar sus ojos. Poniéndose de pie, la joven avanzó torpemente hasta la puerta, y tras apretar un botón vio cómo la misma se abría, revelando a la persona al otro lado. Persona que la joven no esperaba ver.

"Uh... Caster...?"
Recordando cómo la mujer de cabello azulado se presentó ante ella, la joven preguntó aquello con notables dudas en su voz, dado que más allá de que el Master de la mujer le caía medianamente bien por el poco tiempo que llevaba conociéndolo, no tenía ninguna relación con ella.

"Mm, hola Sekine-san. El Doctor Roman me pidió que te avisase de que debías ir a verlo para un chequeo médico, y Olga dijo que quería que vayas a hablar con ella."
La mujer de cabello azulado habló con un tono tranquilo, después de que sus ojos se moviesen sobre la joven que le abrió la puerta. Notando su cansancio, la mujer sonrió de forma suave y amable al terminar de hablar.

"Aunque, si necesitas descansar, será mejor que duermas un poco antes. Con permiso, iré a buscar el comedor."
La mujer de cabello azulado habló una vez más a Sekine, quien sólo pudo asentir lentamente ante sus palabras. Viendo cómo ella seguía su camino por el pasillo y se alejaba, la joven de cabello rojizo dejó escapar un bostezo de entre sus labios mientras que negaba con la cabeza.

"... Necesito una siesta primero..."
La joven declaró aquello con un tono cansado, antes de caminar nuevamente dentro de su habitación. Dejando que la puerta se cerrase detrás suya, la joven revisó su ropa y, viendo que igualmente estaba de pie, decidió al menos ponerse un conjunto más cómodo para poder dormir.

En otra parte de la gran edificación que era Chaldea, en la punta contraria de la sección de habitaciones, dos personas se encontraban sentadas. Detrás de su escritorio, una sonriente mujer de largo cabello castaño se encontraba con los brazos cruzados y una mirada expectante clavada en el joven frente a ella. Con una sonrisa nerviosa, Issei no sabía cómo debía actuar frente a Da Vinci, o que esperar de ella.

"Puedo verlo?"
Finalmente, la mujer fue quien rompió el hielo. La mujer habló con un tono expectante, mientras que separaba sus brazos y empezaba a tamborilear constantemente la mesa entre ella y el joven.

"Ver que?"
Notablemente confundido, el joven realizó aquella pregunta mientras que desviaba la mirada de la mujer, tratando de evitar el tema mientras que contemplaba la gran cantidad de papeles y artefactos que poblaban toda la habitación sin ningún orden aparente.

"Tu brazo izquierdo. Cuando llegaste, notamos que tenía algo raro pero no podíamos definir que era. Quiero examinarlo, quiero ver cómo es que Draig está encerrado dentro tuya."
La mujer habló sin hacer el más mínimo esfuerzo por contener la emoción en su voz. Su sonrisa simplemente creció en tamaño mientras que sus ojos permanecían clavados en el nervioso joven, quien estaba inseguro de cómo responder a sus palabras.

[No crees que mi compañero debería poder descansar después de la misión que tuvo hoy? Tuvo un par de combates difíciles y que se mantenga de pie gracias al pequeño aumento de energía que le di hace un par de horas no significa que podrá responder adecuadamente tus preguntas.]

Afortunadamente para el joven de cabello oscuro, su mano izquierda emitió un brillo verdoso que brotó desde sus sellos de comando, y la grave voz del dragón que habitaba dentro suya brotó con un tono grave y firme, buscando salvarlo de la lluvia de preguntas. El propio dragón tampoco se encontraba muy a favor de ser un objeto de experimentos.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora