Fate Grand Order: Dragon x Servants

Singularidad C+: La Guerra de 100 Años del Dragón Enloquecido (Capítulo 8)

El suelo tembló y las flamas salieron disparadas en todas direcciones cuando dos garras en forma de un puño descendieron como un martillo sobre la lanza carmesí. Apretando los dientes, Cu Chulainn sintió sus brazos entumecidos ante el golpe y el calor intenso que lo rodeaba en forma de las intensas flamas liberadas por el ataque no ayudaba en lo más mínimo a que pudiese retener su posición.

Gruñendo, la berserker de armadura rojiza presionó y la tierra a los pies de ambos empezó a hundirse, agrietándose y destrozándose al secarse por el calor de las flamas.

Sintiendo que empezaba a ser presionado hacia abajo, el lancer giró su cuerpo a un lado mientras que empujaba su lanza, desviando el golpe al mismo tiempo que se alejaba de la mujer que le había atacado.

En un borrón de velocidad, Clementine apareció detrás de la berserker con uno de sus estiletes en mano. El brazo de la asesina salió disparado hacia la servant de rasgos draconidos, sin embargo el arma rebotó en las escamas expuestas de la berserker sin siquiera dejar un rasguño.

Cuando un brazo envuelto el ardientes flamas carmesí intentó apresar a la asesina, ésta volvió a desaparecer en otro borrón de velocidad. Entonces, un fuerte golpe en una de las piernas de la berserker la puso de rodillas, y cuando giró su torso en la dirección del golpe, el borde de un gran escudo de metal negro golpeó su rostro con tal potencia que su cabeza se tiró hacia atrás e incluso la levantó del suelo unos cuantos metros.

Cu Chulainn apareció sobre la berserker con su brazo tirado hacia atrás, preparándose para soltar una estocada directa hacia el pecho de ésta. Sin embargo, un gruñido salvaje se escuchó cuando una de las garras de la mujer atrapó la lanza desde su filo. Mientras que seguía en el aire, tiró de la lanza antes de que el servant pudiese reaccionar, estrellando su cabeza contra la nariz de éste y rompiéndola en un fuerte golpe que aturdió momentáneamente al semidiós.

Para cuando éste consiguió reorientarse, las piernas de la berserker se habían envuelto alrededor de su cintura mientras que caían a una velocidad vertiginosa. Girando en el aire, la berserker estrelló de cara al lancer contra el suelo en el momento en que cayeron, liberando otra oleada de flamas en todas direcciones. El arma del hombre cayó a unos pocos metros de ambos, habiendo caído de las manos de éste cuando el cabezazo le hizo perder brevemente el conocimiento.

Saltando, la berserker salió disparada en un borrón carmesí contra Mash, quien apenas llegó a separar y flexionar sus piernas mientras tiraba de su escudo para ponerlo en el camino de su oponente, quien se estrelló contra ella con toda la potencia de un meteorito. Las flamas brotaron en todas direcciones y la shielder sintió sus brazos y su cuerpo entero entumecido por el impacto pese a haberlo bloqueado, de la misma forma que sintió el intenso calor de las flamas y cómo éstas empezaban a quemar su piel.

Apretando sus dientes, intentó mantener la posición de bloqueo lo mejor que pudo. Lamentablemente, poco a poco empezaba a ser empujada hacia atrás ante la potencia del golpe de la servant.

Afortunadamente para la escudera, otro borrón de velocidad indicó la aparición de Clementine una vez más, con su estilete golpeando una vez más el mismo punto que había golpeado previamente. A diferencia de la vez anterior, el arma consiguió dejar un pequeño rasguño en las escamas moradas.

Lamentablemente para la asesina, este avance le ganó toda la atención de la berserker, quien inmediatamente giró su cuerpo. Deslizando su garra sobre la superficie del escudo de metal, rasgó el mismo y dejó una marca en la superficie del metal, empujando a Mash a un lado y arrojándola lejos con el movimiento mientras que la llameante garra salía disparada hacia Clementine.

"Paso del Viento."
La asesina desapareció en el momento en que la garra estuvo a punto de impactarla. Deshaciéndose en un borrón de velocidad, apareció debajo del brazo extendido de la berserker, con su propio brazo tirado hacia atrás, su estilete preparado para lanzarse en otro ataque.