Singularidad C+: La Guerra de 100 Años del Dragón Enloquecido (Capítulo 3)

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Un agudo chillido resonó entre los árboles del bosque cuando éstos fueron repentinamente cubiertos de sangre, en el momento en que uno de los hombres serpiente que habían rodeado repentinamente a Issei y su grupo fue decapitado por el mordisco de un dragón oriental de tamaño humano y escamas azuladas.

Dragón que fue inmediatamente aplastado por el golpe de un gran golem de cristal que tampoco duró mucho de pie antes de ser partido a la mitad por un rápido tajo de la saber de cabello rubio.

Issei apretó los dientes mientras que contemplaba el campo de batalla a su alrededor. Su boosted gear se encontraba cubriendo su brazo izquierdo, y el poder draconido de cuatro aumentos recorría su cuerpo, ayudándole a esquivar los ataques de aquellos hombres reptilianos que lo alcanzaban, y a mantener la distancia de los golems que se le intentaban acercar.

"Abajo!"
Un repentino grito alcanzó a Issei, quien se agachó cuando repentinamente escuchó el ruido del chocar de aceros sobre su cabeza. Pudo ver frente a él el kimono de Okita, por lo que supo que fue ella quien realizó la advertencia, y sintió una presencia detrás suya que estaba seguro de que no estaba ahí hacía un segundo.

"Hmm... Quería terminar esto rápido, pero parece que no se podrá hacer."
Escuchó una voz masculina detrás suya, y por más que le gustaría ver si conseguía un vistazo debajo del kimono de la saber que salvó su cuello, el joven adolescente tuvo la sospecha de que no sería bueno quedarse quieto en batalla.

[BOOST]

Viendo cómo parecía que Okita mantenía el choque de armas con quien intentó asesinarlo, Issei dejó que un quinto aumento fluyese dentro de su cuerpo y dio un rápido giro mientras lanzaba un puñetazo a quemarropa con su guantelete carmesí.

Le pareció ver una prenda de ropa negruzca y cabello grisáceo, pero no pudo ver con mucha claridad a quien golpeó debido a la velocidad de su giro. Aún así, pudo ver que el golpe fue efectivo y que consiguió mandarlo a volar unos cuantos metros.

"No está mal, Master!"
Escuchó el cumplido realizado por la espadachina detrás suya, y una pequeña sonrisa se mostró en el rostro de Issei. Una sonrisa que no tardó en desaparecer cuando repentinamente un golem de gran tamaño apareció enfrente suya, lanzando un potente puñetazo en su dirección. Afortunadamente, gracias al poder draconido que imbuía su cuerpo en ese momento, Issei consiguió hacerse a un lado.

Sintió una fuerte corriente de aire pasar a su lado desde detrás suya antes de que el golem terminase de extender su brazo, y cuando se dio cuenta, el golem explotó en cientos de trozos de cristal que salieron volando y lentamente se deshicieron en partículas de maná en el aire.

Aunque Issei quería disfrutar del show, no pudo hacerlo cuando repentinamente un hombre lagarto llegó corriendo a su lado.

Con su guantelete carmesí, el joven consiguió interceptar el golpe del monstruo reptiliano, aunque sintió el dolor en todo su cuerpo al entumecerse por la sorprendente potencia con la que fue atacado pese a los aumentos de poder en su cuerpo.

Okita estuvo por lanzarse nuevamente a ayudar a su Master cuando sintió una presencia a su lado. Agachándose, dejó que el filo de un arma pasase encima suya y lanzó una estocada ascendente, pero su nuevo oponente logró esquivar la misma con un paso hacia atrás.

"No me gusta el combate directo, pero veo que no me queda otra opción a éstas alturas..."
Frente a la servant de clase saber se encontraba un hombre considerablemente más alto que ella, incluso un poco más alto que su master pudo notar, quien vestía con una gabardina negruzca y tenía cabello grisáceo. En sus manos portaba una espada con un filo ancho y que no terminaba en punta, Okita pudo reconocer que era un arma hecha para ejecuciones, no para combatir.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora