Introducción: El Desastre en el Nuevo Mundo

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En un eterno vacío oscuro que cubría todo lo que podía ser visto, envuelto por la helada oscuridad del espacio entre multiversos, un pequeño punto carmesí flotaba sin rumbo.

Dicha minúscula partícula carmesí que emitía un brillo tenue, que amenazaba con prontamente ser ahogado por el abismo multiversal se arrastraba lentamente por el mismo, y, si uno se fijaba adecuadamente, podría notar que dicho brillo era... Era una persona.

Un joven adolescente humano de cabello castaño y ojos dorados, con piel clara y un uniforme escolar que consistía de un par de pantalones grises, una remera carmesí y una camisa blanca. Sus ropas estaban rasgadas y destrozadas, su piel estaba parcialmente carbonizada y quemada en varios puntos, y mostraba una expresión de derrota en su rostro.

La luz carmesí que lo envolvía y protegía su cuerpo de desaparecer ahogado en el vacío eterno brotaba desde un guantelete carmesí con una gran gema esmeralda que cubría su brazo izquierdo.

"Perdimos Draig-san..."
La voz del joven sonaba apagada... Rendida. Su expresión derrotada y agotada no cambio, mientras que inclinaba su rostro, para contemplar su guantelete.

Ante sus palabras, la gema esmeralda emitió un suave brillo en respuesta.

[Perdimos, sí. Casi lo logras, si la dimensión de bolsillo no hubiese colapsado, tal vez habrías triunfado]

Una voz grave y profunda brotó desde el guantelete. Su tono sonaba apagado, sin embargo, no derrotado. A diferencia del joven, la profunda voz que brotó del guantelete sonaba extenuada, agotada por algún esfuerzo que estuviese haciendo.

"... Así moriremos...? Éste es nuestro final entonces? Podrás encontrar otro portador aquí?"
El joven hablo. Su voz sonaba todavía derrotada, su espíritu destrozado hasta un punto que no parecía ser posible en circunstancias normales. Sin embargo, al preguntar si el ser dentro del guantelete podría encontrar otro portador, su voz sonó genuinamente preocupada.

Su respuesta fue un breve momento de silencio con la luz esmeralda apagándose por unos instantes.

[... Compañero... Puedo lograr que ambos salgamos vivos...]

Entonces, la luz esmeralda volvió, con una fuerza igual a la anterior. El tono de voz del ser dentro del guantelete seguía sonando exhausto y agotado, y la luz carmesí que envolvía al joven humano y lo alejaba del eterno vacío empezaba a apagarse lentamente.

"Estás seguro...? Pareces agotado y cansado... No sé que vayas a hacer pero... Podrás sobrevivir...?"
El joven humano hablo con un tono preocupado. Casi desesperado y notablemente nervioso. Tuvo que tomar notables pausas entre sus palabras para poder calmar sus nervios lo suficiente para que la voz no le temblase en cada sílaba.

El no quería morir en ese eterno vacío entre los multiversos y las dimensiones... Sin embargo, no quería perder a lo único que le quedaba en esos momentos...

[Estaré bien Compañero... Pero, tu cuerpo no soportará lo que haré... Será mucha energía, tanta que quedaré inconsciente por probablemente un mes o más para poder recuperarme... Pero, puedo mover tu alma a un cuerpo humano con el que sea compatible dentro de un Universo cercano. Abrir la entrada será lo agotador, pero podré estar consciente el tiempo suficiente para mover tu alma dentro de dicho cuerpo]

La voz de aquel ser brotó del guantelete. Su tono exhausto reflejaba cierta alegría ante la preocupación de su acompañante, aunque no tanta debido al cansancio notable. La luz carmesí siguió atenuandose, sin embargo, luchaba contra el infinito negro que la rodeaba, envolviendo y aferrándose al joven humano como si fuese un valioso tesoro que proteger de los daños.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora