Singularidad C+: La Guerra de 100 Años del Dragón Enloquecido (Capítulo 11)

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"Desde mi nacimiento, estaba definido que sería un Rey."

Aquellas palabras resonaron repentinamente en la mente de Issei. No estaba seguro de cuando, ni de como. Hacía unos segundos, soñaba con los pechos que nunca llegaría a ver, los de su anterior ama, Rias. Ahora? Cuando esas palabras resonaron en su mente, se vio a sí mismo de pie en mitad de lo que parecía ser un campo de entrenamiento.

Una niña de corto cabello rubio, vestida con ropas propias de un niño en la edad media, se encontraba con una espada de madera entre sus manos. Sus ojos verdes mostraban una mirada seria mientras que repetía movimientos básicos, golpeando el aire mientras que un hombre adulto ataviado con la armadura de un caballero la vigilaba en silencio.

"Mi género no importaba. Mis deseos no importaban. El reino, Britania, necesitaba un Rey fuerte, necesitaban un defensor."
Más palabras resonaron en la mente de Issei cuando repentinamente la escena cambió.

Una planicie se abrió ante él de un momento a otro, con una roca que tenía una espada clavada en su centro. Ante el, una versión más grande, probablemente entrando en su adolescencia, de aquella niña se encontraba frente a la espada. Issei no sabía que decir, aunque sintió que tampoco podría decir nada si lo intentaba.

"Oh... Lo harás entonces...?"
Issei escuchó entonces una voz masculina, y notó que a su lado repentinamente había aparecido un hombre vestido con una túnica blanca que poseía largo cabello del mismo color.

"Deberías pensarlo bien, si tomas esa espada, dejarás de ser humana."
El hombre habló con un tono tranquilo y suave, sin embargo, un escalofrío bajó por la espalda de Issei ante lo último que dijo.

"... No. Si es algo que ayudará a la gente, que los hará sonreír, entonces estoy segura de que es la decisión correcta."
La chica respondió con un tono decidido a las palabras del hombre. Sus dedos se envolvieron en un agarre firme sobre el mango del arma, e Issei contempló como la sacó con un tirón seguro, antes de alzarla en todo lo alto.

"... Hasta cierto punto, tuve razón. Al inicio, fue una buena decisión."
La voz siguió hablando, Issei contempló cómo se mostraba calles de una ciudad de la edad media repletas de gente que sonreía. Se notaba la felicidad del pueblo, y todos festejaban. Pudo ver que en mitad de la calle se encontraba marchando la chica, una armadura de acero cubría su cuerpo y dificultaba reconocer su género, aunque la pudo reconocer gracias a su rostro. Ella montaba un caballo, y era seguida de varios caballeros mientras avanzaban por las calles de la ciudad.

"Sin embargo, hubo un error en mi reinado. Los humanos no pueden soportar a un gobernante demasiado perfecto. No pueden tener un gobernante que no sea humano."
Repentinamente, la escena cambió una vez más. La gente ya no festejaba al paso de la chica. Los susurros se escuchaban por doquier, las miradas por encima del hombro llenas de temor y confusión.

"No tiene emociones..."

"Ni siquiera titubeó al mandar a ejecución a esos ladrones."

"Escuché que él sólo eliminó a casi la mitad de uno de los ejércitos invasores con un sólo balanceo de su espada..."

"Que tipo de monstruo es?"

"Quien puede vivir con tanta sangre en sus manos?"

"A cuantos habrá asesinado en la batalla de la que vuelven ahora..."

"Dicen que ésta vez destrozó una fortaleza entera..."

Aún si se decían como meros rumores susurrados, Issei los escuchó tan fuerte y claro cómo si aún tuviese la audición de un demonio.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora