Singularidad B+: El Imperio de los Lobos (Capítulo 11)

480 62 21
                                    


Varios minutos, incluso tal vez un par de horas, habían pasado tras la batalla del asedio de Roma. Actualmente, Issei, Ling, Sekine, Mash, Bikou e Inshun se encontraban sentados a lo largo de una mesa llena de comida. Tanto carne como frutas y verduras poblaban decenas de platos a lo largo de la superficie de madera, en algo que sólo podía ser descrito como un banquete digno de un rey.

Los demás servants tanto de Issei como de Sekine no pudieron acompañarlos, teniendo que conformarse con compartir su banquete aparte con los demás soldados romanos a las afueras. Mientras que Vali no pudo presentarse, teniendo que descansar por sus heridas y aún inconsciente tras su batalla.

Junto a los Masters y Servants que comían de ese gran banquete, tres personas más se encontraban. La primera, la mujer de cabellos dorados y ojos verdosos que se había presentado a sí misma como Nero, Emperador de Roma. A su derecha se encontraba una joven de rasgos asiáticos y cabello negruzco, vestida con un vestido blanco de aspecto oriental, Jing Ke, como se había presentado. Y a su izquierda se encontraba un hombre alto, con ropas militares que se asemejaban a aquellas que vestiría un soldado moderno, aunque con un toque que gritaba América con las líneas blancas y rojas y las estrellas. El hombre se presentó como Steve Rogers, o como el Capitán América, un nombre y título que no pudieron reconocer de ningún archivo histórico, una vez más.

"Entonces, déjenme ver si pude entender esto. Son enviados de un grupo de magos que están buscando un objeto, y creen que los enemigos de Roma se encuentran en posesión de dicho objeto?"
Con un tono serio, pero de cierta forma tranquilo, fue la mujer que se presentó como Nero quien habló. Su mirada estaba en esos momentos posada en la joven de cabellos rojizos, Sekine, la cuál le devolvía el gesto, asintiendo ante sus palabras de forma lenta.

"Umu... Entiendo. Realmente no me gusta tener que aceptar la ayuda de extranjeros, sin embargo, Roma se encuentra en una situación desesperada, y ustedes demostraron ser confiables al ayudarnos en nuestro momento de mayor necesidad, por ende, me veo en la obligación de dejar mi orgullo a un lado y solicitarlo. Podrán ayudarnos a enfrentar éste enemigo mutuo?"
Tras un par de segundos, finalmente, la mujer habló. Sus palabras salieron con un tono serio y solemne, su expresión mostrándose neutra y firme, sin vacilar en su petición.

"Gracias por su oferta de ayuda. La tomaremos con gusto."
Antes de que alguno de los presentes con menos habilidades sociales, como Issei, pudiesen responder, fue Sekine quien alzó la voz, hablando en nombre de todo el grupo.

"Entonces, ya que trabajaremos juntos, puedo preguntar cuánto saben de nuestro enemigo?"
Quien habló a continuación fue Steve Rogers. El hombre dirigió una mirada tranquila a los Masters y sus Servants, esperando una respuesta de su parte.

"No pudimos averiguar mucho realmente. Somos conscientes de que poseen acceso a un objeto que llamamos Santo Grial, un cúmulo de energía mágica condensada que les proporciona poder. Sabemos también que poseen frentes de batalla en tierras germánicas y británicas. No conocemos quienes forman éste grupo en específico, sólo que debe poseer al menos un líder que porta el Santo Grial, y probablemente algunos subordinados poderosos."
Issei fue quien respondió a la pregunta. Habló con un tono pensativo, recordando la información recibida en la reunión antes de la misión. Un escalofrío recorrió su espalda al recordar la explosión de la servant italiana residente en Chaldea, sin embargo, hizo a un lado el sentimiento.

"Eso explica algunas cosas."
Jing Ke habló de forma pensativa, antes de seguir comiendo con tranquilidad. Sin embargo, sus palabras se ganaron unas miradas curiosas por cortesía de los enviados de Chaldea.

"Nuestro enemigo se llama Apollyon, una criatura que sólo puedo describir como un demonio entregado a la guerra. Varios de mis hombres incluso creen que es una enviada de Plutón mismo para erradicarnos por haberlo ofendido de alguna manera."
Nero fue quien habló a continuación, sus palabras haciendo que el seño en el rostro de algunos de los Masters, específicamente Issei y Sekine, se frunciese.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora