Singularidad B+: El Imperio de los Lobos (Prólogo)

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La ciudad se encontraba completamente en ruinas. Flamas brotaban de múltiples edificaciones, pilares de hielo cubrían varios puntos de su superficie, los civiles dentro gritaban mientras eran asesinados por guerreros con armaduras extrañas que cubrían todo su cuerpo con lo que parecían mallas de metal, o por hombres de raras vestimentas que parecían fuera de su época con partes animales en su cuerpo.

La Capital del Imperio de Nueva Roma había caído ante el asalto de una fuerza desconocida. Sus emperadores, los Emperadores del pasado de Roma, habían sido aplastados.

Y en la sala del trono, la sala donde el mismísimo fundador y padre de Roma entera se encontraba, incluso en ese sagrado lugar, la destrucción y la ruina habían llegado.

Con pasos lentos pero firmes, una figura oscura cubierta por una armadura de placas de hierro negro se acercó al coloso de piel bronceada con su cuerpo cubierto de accesorios dorados que era Rómulo. El Servant miraba a aquella figura con una expresión de ira en su rostro, las flamas de la lucha no habían abandonado su espíritu.

"Y éstas son las fuerzas de los mayores depredadores de ésta historia humana? Del más grande imperio conocido por el hombre? Tch... Que decepción. Sólo son un montón de perros guardianes protegiendo a su ganado de corderos. Ni siquiera llegan a compararse a la cría de un lobo, y sin embargo claman que es una loba quien amamantó a su imperio."
Una voz femenina, con un tono decepcionado, brotó de aquella figura oscura. Arrastrando el filo de su mandoble por el suelo mientras que el servant frente a ella intentaba ponerse de pie, sólo para que el golpe de una flecha cubierta de energía azulada lo tumbase al suelo una vez más, emitiendo el ruido de una ola de mar al impactar su cuerpo. El proyectil habiendo brotado desde una de las muchas siluetas detrás de la figura oscura, la cuál bajó el arco que sostenía con una risa divertida.

"Sin embargo... No te has rendido todavía. Ni tu ni tus hombres. Si. Son meros perros guardianes, sin embargo, poseen la voluntad de luchar de un lobo, admitiré eso. Tal vez podamos darles una mejor utilidad."
La figura oscura siguió hablando, su voz femenina brotando con un tono más interesado, mientras que llegaba junto a la cabeza del Servant. Entonces, el rostro escondido de aquella figura se inclinó, su casco moviéndose ligeramente a un lado.

"No lo crees?"
Preguntó, con un tono burlón, antes de que su espada descendiese en un rápido arco.

Sentada en la rama de un árbol a las afueras de la ciudad en ruinas por la guerra, una persona solitaria se encontraba contemplando el resultado de la batalla con una sonrisa burlona y divertida en su rostro.

"Bueno~ era de esperarse ese final estando el doc presente, a decir verdad~ será divertido ver que ocurrirá a futuro~"
Aquella persona, una mujer de cabello grisáceo con cuernos de hueso rojizo que caían a los lados de su rostro, habló en un tono juguetón. Tras sus palabras, se empujó a sí misma y se dejó caer al suelo. Dando media vuelta, empezó a caminar con pasos largos por el bosque, perdiéndose en la oscuridad con una suave risa divertida.

Una mujer de cabello rubio que vestía un vestido rojo miró con una expresión incrédula a las personas frente a ella, un hombre de gran estatura el cuál sólo vestía una máscara y un calzoncillo de metal, una mujer de cabello rojizo y un hombre con un traje azul de cuerpo completo, el cuál llevaba un escudo con los colores rojo, blanco y azul haciendo círculos en su superficie, con una estrella blanca en el círculo central.

"Que acaban de decir?"
La mujer rubia preguntó, la incredulidad tan palpable en su voz como en su expresión.

"Las fuerzas del Imperio de Nueva Roma se retiraron... Al parecer están teniendo algún tipo de reorganización después de haber tenido una especie de pelea interna..."
Quien habló fue el hombre con el escudo, con un tono igualmente incrédulo, aunque su incredulidad parecía brotar más de algún tipo de sospecha que de su sorpresa.

"Se retiraron en mitad de la batalla, y los escuadrones que mandamos a seguirlos confirmaron que se retiraron hasta esconderse detrás de la frontera entre nuestras tierras, no queríamos arriesgar a nuestros hombres, así que los retiramos. Los del otro equipo se quedaron a cuidar la frontera, nosotros volvimos a entregar el mensaje."
La mujer de cabello rojizo fue la siguiente en hablar, con un tono nervioso e inseguro, confundida por los eventos que mencionaba.

"Que... Que pasó?"
La mujer de cabello rubio sólo pudo plantear la pregunta que rondaba la mente de todos, pero nadie sabía responderla.

Roman y Olga contemplaban en silencio la pantalla frente a ellos, ambos con expresiones serias en su rostro.

"Finalmente..."

"Encontramos la segunda."

Olga empezó a decir, y Roman completó sus palabras, antes de que ambos intercambiasen miradas, asintiendo el uno para el otro. Se podía ver dentro del mapa que la ubicación marcada por un punto rojizo era la ciudad de Roma, en el año 60D.C.

Nota de Autor: Bueno! Ésta es la última publicación de éste 2022, al menos para mí que acá aún son alrededor de las 8:30pm. Realmente no sé que decir, disfrute mucho de escribir ésta historia a lo largo de éste año y espero que ustedes hayan disfrutado leyendola. Se viene un año nuevo y espero poder seguir escribiendo mucho, tengo muchas ideas para las próximas singularidades y para el futuro general de la historia, pero, quiero ir paso a paso. No creo que ésta historia hubiese llegado tan lejos y que la hubiese seguido escribiendo tanto de no ser porque ustedes la están leyendo, así que, muchas gracias a todos. Espero que podamos disfrutar de ésta historia juntos en éste 2023 que se viene!
Por cierto, al primero que acierte quien es la figura de la armadura oscura le dejo elegir un Servant para que Issei invoque después de Roma, quiero ver si alguno le pega.

Fate Grand Order: Dragon x ServantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora