𝔅𝔦𝔱𝔢 𝔐𝔢 - 𝔜𝔞𝔫𝔤 𝔍𝔲𝔫𝔤𝔴𝔬𝔫 𝔵 𝔗𝔫

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[ Universidad ]

— ¡Mía! ¡No me vas a creer! — contestó mientras mostraba sus libros.

— ¡Mía! —volvió a gritar. — te estoy hablando.

¿A mi? ¿Porque me siento extraña si me llaman mía?...

— ¡Mi papá me consiguió más libros de sagas vampirescas!

— Emi. Esas cosas no son reales pero si a ti te fascinan, seguiré escuchando tus llamadas de 3 horas donde me explican cada dato de ellos. — conteste riendo.

— ¿escuchar que? — abrazo a Mía por detrás.

Me giré con una enorme sonrisa y lo abracé con fuerza.

— ¿¡como te fue Sam!?

— Nadie te extrañó Sam. — respondió Emi con ironía.

— Nadie extrañó tus libros. Emi. — respondió siguiendo la ironía.

Pase mis manos por su cuello y dejé un corto beso en sus labios.

— Me fue excelente, no estoy acostumbrado a ayudar en el campo pero es una linda experiencia. — respondió dejando otro beso corto.

— Dicen que en el campo pasan cosas extrañas. — respondió Emi empezando a caminar.

— Estamos muy cerca del bosque, lo raro es normal alli. — respondió Sam tomando la mano de Tn.

— Yo no creo en esas cosas. — contesté.

Empezamos a caminar hacia los pasillos hasta que los 3 frenamos cerca del televisor.

[ NOTICIA DE ÚLTIMO MOMENTO ]

_El pozo de Londres desapareció de una noche en la mañana y se provocó una extensa y grave acumulación de tala. Aquí se muestran imágenes con nuestro dron dirigido por Josh Shibelti donde claramente podemos ver cómo se han destruido al menos 1270 árboles.

— ¿quien cortaría tantos? — pregunté.

Mostraron fotos de los árboles y todos tenían la misma estructura y el mismo corte...

— Eso no es normal, todos son exactamente iguales y no puedes talar 1000 árboles en un día. — contestó Emi con interés.

— Ya pero, ¿como explicas lo del pozo? Es un pozo profundo, dicen que el que entra, no sale.

— Tal vez lo taparon con tierra. — respondió Sam.

Volví a mirar a la televisión hasta que mi hombro fue golpeado por parte de un chico.

— hey, discúlpate. — respondió Sam molesto.

El chico siguió caminando y nos ignoró por completo.

— Que estupido. — contestó Sam. — La próxima vez lo-

— Ya, estoy bien... vamos a clase.

— ¡Ah! Hay una tonta maqueta que debemos entregar. — respondió Emi con frustración. — No sirvo para la arquitectura.

— Cállate emi, tienes la oportunidad en la esquina y no te das cuenta. — respondió Sam.

— Ve a vender frutillas Sam. — respondió emi.

— Claro que venderé, ¡son deliciosas!

— Mía, ve a buscar la maqueta general de la universidad, pídesela a la dirección. — contestó el profesor.