La Reina de los Arax

📚Paradise📚

Pov Efren

« ¡Maldita sea! ¡La he cagado! »

Me siento en el gran sillón de cuero negro de la oficina principal, me sirvo un wisky y me lo tomo de un trago, volviendo a servirme otro.

— Ef, ¿que rayos pasó? —cuestiona Izak preocupado al entrar a la estancia seguido por nuestro hermano mayor. Se acerca a mí y sujeta mi mandíbula, volteando mi rostro—. ¡¿Quién demonios te golpeó?!

— Nadie —respondo con una mueca y estoy a punto de beber otro trago cuando Jace me lo arrebata de las manos.

— Basta de esto, cuéntanos, porque no es normal en ti entrar como si fueras un maldito huracán arrollando a quien se te ponga en frente —mira hacia arriba con gesto pensativo—, a menos que estemos en una misión, ahí no es tan raro.

Me quedo en silencio, observando la pared de tonalidades oscuras, cierro mis ojos con fuerza y aprieto mis puños sobre los brazos del sillón.

— La besé —digo entre dientes.

— ¿Qué?

Una mirada cortante por mi parte es dirigida a Izak.

— ¡Que la besé! ¡Joder! ¡Besé a Hope! —exclamo, casi desesperado.

— ¡Mierda! —masculla Izak y cae sentado en el sofá de la estancia—. Y por el golpe supongo que no se lo tomó muy bien.

— Debo admitir que tiene una buena derecha —Se burla Jace.

— ¿Puedes ser serio por una vez en tu vida? —reclamo molesto.

Pero sé que el enojo que recorre mi cuerpo no es hacia él, sino hacia mí mismo.

Él niega con su cabeza.

— Eso te lo dejo a ti hermanito, tú eres el serio y responsable, Izak es el sentimental y cariñoso, mientras yo soy el sexy y juguetón —menciona abriendo los brazos con orgullo.

— Basta, Jace —Izak golpea su nuca sentándose a su lado—. Esto es grave.

— Vale, vale —El castaño me observa—. ¿Qué pasó?

— Hay un nuevo alumno —hago una mueca—. Es el ex novio de Hope y parece que sus intenciones con ella no son precisamente amistosas. Se la pasó todo el maldito turno de clase susurrándole al oído y tratando de llamar su atención.

El rostro de mis hermanos me deja en claro que esto les enfurece en la misma medida que a mí.

— ¿Y? —Jace se cruza de brazos, toda la diversión se ha ido.

— Al terminar la clase le pedí a Hope que se quedara, le pregunté sobre su relación con el imbécil, me retó y, estábamos tan cerca que... —Mi corazón se agita al recordar aquel momento—. No pude contenerme —paso las manos por mi rostro.

— Ya veo, tranquilo hermano, yo hubiese caído también —asegura Jace.

— No ayudas —Se queja Izak y su mirada depara en mí—. ¿No te recibió el beso? ¿Solo te golpeó?

Niego con mi cabeza.

— Al principio se resistió un par de segundos, luego siguió mis besos y...no sabes lo increíble que se sintió —aseguro extaciado.

— Suertudo —menciona en una tos Jace.

— Luego negó —continúo—. Besé su mejilla, intentando no ser tan brusco y luego me dio un rodillazo en el estómago y golpeó mi mejilla —hago una mueca.

— Me encanta esa chica —asegura Izak con una sonrisa.

— Ojalá tú también termines golpeado —deseo.