La Reina de los Arax

📚Odio📚

Pov Jace

Estoy en la bañera con Hope mientras nos relajamos, su hermoso y delicioso cuerpo contra el mío mientras yo lavo su cabello.

Sin duda amo este momento de paz.

- ¿Como te fue el día? -pregunto mientras mis dedos frotan entre sus cabellos, formando espuma.

- Bien, luego de la universidad fui a comer helado con mi hermano, Víctor y Karol -relata con emoción-. Karol estaba protestando que quien comía helado en invierno era un psicópata -Ambos reímos ante esto, de hecho, entre mis hermanos solo a mí me gusta comer cosas frías en invierno, al igual que a mi chica-. De ahí...regresé a la casa y tuvimos un maratón de sexo genial -dice burlesca.

Me gustaría burlarme de ella y hacer uno de mis comentarios calientes sobre el tema si no fuese porque noté la pequeña y casi imperceptible pausa que hizo al comentar lo último.

- Conejita, ¿ocurrió algo cuando regresabas? -cuestiono y dejo de masajear su cabello cuando ella queda en silencio-. Dime que ocurrió.

Mi voz sonó más dura de lo que quise, pero mi molestia no era con ella, sino con lo que sea que halla pasado como para que tratara de ocultarlo.

Hope nunca nos ha mentido, siempre ha reflejado sus emociones ante nosotros. Enojo, incomodidad, picardía, excitación, cariño,...para nosotros era como un libro abierto.

- No ocurrió nada -asegura volteando un poco y diviso un astibo de sonrisa.

- Hope -Su cuerpo se estremece ante el nombramiento de su nombre y al notarlo intento tomar autocontrol de mí mismo.

« Tranquilízate, no sabes que pasó, sé sutil, intenta llegar a ella. »

Me pido a mí mismo y suelto un largo suspiro.

- ¿Sabes? -comento mientras enjuago su cabello-. Mis hermanos y yo crecimos de una manera...especial -cuento.

- Me lo imagino, son unos genios -murmura.

Niego con la cabeza a pesar de que no pueda verme.

- Nuestros padres siempre nos amaron, pero seguían siendo los líderes de la Bratva, y nosotros éramos sus hijos -explico-. Muy a menudo intentaron aprovecharse de nosotros, tuvimos que sobrevivir en un mundo donde las apariencias engañan, aprendimos a ocultar nuestras emociones y a ver las intenciones reales detrás de las amistosas sonrisas.

Doy un largo suspiro, recordando aquellos rostros que parecían tan amigables mientras detrás portaban un cuchillo.

- Siempre las personas a nuestro alrededor fueron así, rostros maliciosos ocultos bajo máscaras de simpatías...hasta que tú llegaste.

- ¿Yo? -chista.

- Si -sonrío y beso su cabello, atrayendo su cuerpo al mío y recostando su espalda en mi pecho-. Todas tus emociones siempre estaban plasmadas en tu rostro y eso nos fasinó.

"Eso repítelo cuando te vuelva a patear el culo".

- Confianza en ti misma.

"No tengo nada que hablar con usted señor Arax, y no me llame por mi nombre".

- Rebeldía.

"Ni en tus más locos sueños, Arax".

- Decisión.

"No me importa lo que hagan, solo deseo encontrar a mi mejor amiga, es todo."

- Lealtad.

"¡¿Por qué?! ¡Ese bastardo no tenía por qué irse tan rápido! ¡Debía sufrir!, ¡sufrir hasta morir!"