Pov Hope
¡Joder! ¡Necesito detener esto! Pero no tengo la voluntad.Claro que sé que serían capaces de matar a todos, lo tengo claro, pero por alguna razón eso me excita de cierta manera.
Soy una enferma.
— Basta —mascullo en los labios de Jace.
Siento como Izak mordisquea mis pezones sobre la tela de mi vestido y Efren tras de mí besa mi cuello mientras sus manos aprietan mis muslos, levantando un poco mi vestido.
A pesar de toda la situación no se están "propasando" de cierta manera.
— ¿Quieres que nos detengamos? —pregunta Jace.
« ¡No, joder, no! »
— Si —aseguro y en ese momento todo se desconecta.
Cada uno de mis sentidos siente la falta de los tres hombres a mi alrededor, causando en mí un jadeo insatisfecho.
— Tranquila, Reina, no haremos nada que no quieras —Izak, aun frente a mí, acaricia mi cadera con sus manos.
— Pero... —Jace sujeta mi barbilla, haciendo que voltee mi rostro en su dirección—, por la seguridad de las personas, no vuelvas a hacer algo así —pide.
— Oh por lo menos solo frente a nosotros —Efren besa mi hombro—. Baila solo para nosotros, Reina.
— Jódanse —mascullo, alejándome de ellos quienes me lo permiten—. Quiero irme, no quiero volver a verlos.
— ¿En serio? —El rubio se acerca, extendiéndome la llave—. Tómala, pero no importa que tan lejos quieras correr, volverás —dijo seguro de eso.
— Créeme, no lo haré —aseguré tomando la llave de manera rápida.
— Serás nuestra esposa, Reina mía —escucho la voz de Efren y lo miro a sus ojos, para luego pasar mi mirada por los otros dos hermanos.
Sus miradas parecen consumirme en un fuego en el que no estoy segura querer quemarme.
— Ni en tus más locos sueños, Arax —respondí abriendo la puerta y alejádome de ese lugar.
Camino a paso apresurado, estoy segura que pueden oler mi miedo.
Bajo al primer piso y miro alrededor buscando a mi amiga y maldiciendo a los cuatro vientos por haber aceptado aquel reto de Karol.
— Te reto a bailar en el tubo —comentó divertida.
— ¿Qué? No, gracias.
— Venga ya cariño, viniste aquí a divertirte, ¿que mejor manera que demostrarle a todos lo que te enseñé? —La observo de reojo y ella sonríe—. Vamos, sé que quieres.
— Está bien —cedí.
Y cuanto me arrepiento de ello.
¡El bar Paradise es de los hermanos Arax! Necesito deshacerme de ellos a como dé lugar.
— ¡Hope! —veo a Karol avanzar con dificultad entre las personas—. ¿Estás bien? —llega a mí y sujeta mi rostro entre sus manos, buscando heridas visibles—. ¿Te han hecho algo?
— No —doy un largo suspiro.
— ¡Te llevaron de la nada! —exclama horrorizada.
— Es solo que...
« Neuronas, las necesito ahora, por favor. »
— Son los socios de papá —paso las manos por mi cabello, esperando que se trague mi excusa—, no pensaban que vendría a un lugar así, dijeron que se lo dirían a mi padre.
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La Reina de los Arax
Teen Fiction¿Te gustaría poder traer a la vida real a tus personajes literarios? Sería genial, ¿a que sí? ¿Pero que pasa cuando los personajes que creaste aparecen en tu realidad? Tal vez...¿cool? Pues no lo es cuando son personas de poca empatía, estabilidad...