📚Ellos📚

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Pov Hope

« ¡Maldita sea! ¡Si son ellos! »

Grito internamente y estoy segura de que mi conciencia se está tirando del pelo a causa de esta locura.

Tenía mis dudas, o sea, ¿cuales son las posibilidades de que los tres villanos de tu historia aparezcan en la realidad?

Cero.

¡Completamente cero!

Pero definitivamente me convencí al luchar con Jace. Zurdo, su pie derecho fue herido hace unos años por lo que puede llegar a ser un punto débil, siempre ataca primero con la derecha.

Todo esto fueron características que añadí a su personaje.

Llego a casa y me lanzo en el sofá recordando las palabras de Jace.

— "Caerás por nosotros" —repito en burla y hago una mueca.

¿Cómo puede estar pasando esto?

Y de repente algo hace clic en mi mente. La página web ForR, en donde pedí aquel deseo, pero...

¡Yo no desee esto!

Tomo mi teléfono y busco aquella página, mi boca se abre un poco ante la incredulidad.

"No hay resultados de su búsqueda".

Esto es malo. Una página web no puede desaparecer así de la nada si dejar ningún rastro.

Paso unos cuantos minutos buscando pero no aparece nada.

Recuerdo el deseo que pedí: vivir una historia de amor al estilo de mis libros.

¡La maldita ha tergiversado mi deseo!

¡No me refería a que sacara de mi libro a los villanos!

¡Y JUSTO A LOS VILLANOS!

« Que alguien me traiga una cocacola, creo se me bajó la presión. »

Me dejo desplomar sobre el sofá mientras solo existo, cuando una idea cruza mi mente de la nada.

Abro la pantalla de mi teléfono y busco la trilogía, podía probar que no estaba loca.

Y nada.

¡¿Cómo me va a decir que mi libro no existe?!

¡Tenía millones de vista! ¡Mi libro no puede desaparecer así de la nada! ¡Maldita sea! ¡Me llevó cuatro años terminar la trilogía completa!

Voy a llorar.

Pero lo principal es el motivo de la aparición de ellos dentro de mi realidad. Según lo que viví, yo soy el objetivo.

« Oh mierda. ¡YO SOY EL PUTO OBJETIVO! »

— Me cago en la...

El timbre de mi casa suena sacándome de mis pensamientos de agobio. No me molesto en pararme antes de ver a Karol entrar a mi sala con una bolsa de naylon con cervezas y pollo frito.

— ¡Cariño! Respeto tu privacidad al tocar la puerta pero reafirmo mi autoridad como tu mejor amiga y esposa al entrar de todas maneras —canturrea y deja todo sobre la mesita—. Me enteré que lograron el contrato gracias a tus enormes dotes en el combate cuerpo a cuerpo. Quiero el chisme —exige abriendo una lata de cerveza.

Doy un largo suspiro y le empiezo a contar la junta de la empresa con los hermanos Arax.

— Ya veo...¿están buenos?

Ruedo los ojos y muerdo una de las patas de pollo.

— Si —admito.

— Fóllatelos.

La Reina de los AraxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora