Para ser honesta, ya tenía tiempo que no venía por ahí.
Y jamás pensó que volvería a ese lugar.
Donde muchas cosas pasaron, donde hizo amigos y donde se enamoró por primera vez y única... ya que era un Addams.
Así es, Wednesday Addams se enamoró de alguien mientras estaba confinada a obedecer, y cumplir con su parte de trato legal.
¿Quien se le ocurre tirar unas bolsas de pirañas a una piscina con estudiantes? Pues, obviamente a ella.
Así que luego de su graduación y su tremendo ego, se alejó de todos los que una vez pudo aver llegado a llamar amigos en ese lugar.
La academia Never More.
Prefería alejarse lo que más podía... pero ni había pasado tanto tiempo y la están obligando a ir a una estudia reunión de estudiantes. Eso se supone que lo hacen cuando pasó 20 o 30 años después, para que vean que miserables son sus vidas ahora.
Pero no, se les ocurrió hacerla solo 5 años después de su salida.
La única persona que tenía contacto con ella era Eugene. Su compañero del club de apicultura. El único lugar donde ella aceptó estar en esa escuela y también un buen chico que le recordaba a su hermano, sin las ganas de matarlo sino de cuidarlo. Debía ser honesta, como dijo su psiquiatra... era su instinto natural de cuidar a otros aún cuando lo niegue tanto. Era su destino ser así con todos sus allegados a ella, ya que luego de saber que ella podría ser la causa de muchas desgracias, también se centró en ser la causa de su cuidados.
Es por eso que le tenía un gran apego al chico, aparte que el era el único que sabia su secreto y otra razón por la que logro convencer que venga a la reunión.
Pues si, el fue el que la estaba poniendo en una situación muy complicada y molesta.
No quería estar ahí, y menos oír esa voz.
- Hola compañera - hablo el chico de lentes, al voltear a verlo se quedó sorprendida.
¿quien era ese tipo?
Ya que frente a ella había un chico delgado con el cabello rosado y lentes cuadrados, muy estilo nerd, pero no se veía como un nerd.
- ¿Eugene? - dijo Wednesday observando al joven.
- ¿tan mal me veo con estas ropas? - pregunto inocentemente el chico señalando su vestuario.
Llevaba pantalones de mezclilla y una camisa de alguna banda que no sabía que era, con una chamarra muy de su estilo gris. Si podía entender que algunos chicos tienen sus cambios radicales una vez que salen de la escuela, pero se pasaron con el, solo faltaba que no usara los lentes.
- no estás bien. Pero no sabía que habías crecido más - dijo ella recuperándose de la sorpresa.
El chico de lentes sonrió divertido. - ya se, no es lo mismo las videollamadas que estar en persona. Pero debo de admitir que es hasta raro para mí estar un poco más alto que tu - sonrió.
Cosa que hizo que Wednesday le diera ganas de matarlo.
Era algo que ya no puede solucionar, su estatura.
Sucede que heredó lo peor de su padre, el era más bajo que su madre y por ello estaba a esas alturas su vida.
Con ello, el chico señaló que entrarán de una vez por todas.
Mientras caminaban hasta el patio, el chico pensó que tal vez había algo que no habían platicado.
- oye, sobre lo otro... ¿cómo te sientes? - el chico como ella, le había tomado el cariño de una hermana mayor, es por eso que si se preocupaba por ella de una forma más... profunda.