Brazaletes

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Era lo más normal de toda la academia que el sonido del violonchelo de una gotica, suene por todo el lugar. Al principio era algo molesto, pero una vez que notaron que la chica tocaba con una emoción que rara vez pudieran sentir de ella, dejaron sus quejas y ahora aprovechan oír sus conciertos privados sin problemas.

Lo que no era normal era que Wednesday Addams estuviera paseando por toda la academia con una mirada fría, deseosa de matar y sin control de detenerse por nada del mundo.

Luego de varios sucesos, la misma gótica se había calmado con amenaza a todo el alumnado (más porque Enid la convenció de ser más social, de manera limitada), por eso ya no era común que la chica esté en negación a ser un poco popular entre los excluidos.

Pero hacia un tiempo que Wednesday se veía más relajada que antes, y fue exactamente dos meses antes.

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Era un fin de semana, donde no había mucho que hacer en épocas de lluvias. Dos chicas se encontraban haciendo deberes escolares, y uno que otra distracción en el celular. Aunque Wednesday ya había terminado su hora de estudio, no se había levantado de su escritorio hasta escribir un nuevo capítulo de su novela número tres.

Era sorprendente como su historia, luego de ponerla en una perspectiva más suave, logró que una editorial quisiera publicarla. Eso la hizo feliz al tal punto que su primer pago lo uso para complacer sus deseos egoístas... hacer feliz a Enid.

Era extraño. Desde la primera vez que conoció a la rubia, pensaba siempre en ella y en su opinión sobre la vida adolescente. Dándole la oportunidad de pensar más en sus acciones, incluyendo lo sucedido sus primeros meses en Never More.

Luego de esos sucesos, se puso más en los zapatos de otros y expandió sus límites. Solo con Enid. Ella era la única que podía llamar Mejor amiga, pues su amigo Eugene estaba en una parte diferente que la rubia.

Es por eso que la llevo (más fue la rubia que la gotica), en una salida entre chicas. Por suerte, Enid considero los gustos de la chica y, aunque odie admitirlo le gustó la salida con la rubia.

Es ahí donde su buena amistad estaba creciendo, dejando que la rubia fuera la única en poder tocarla de forma espontánea y sin razón alguna.

Mientras terminaba de acomodar su nueva hoja para su escrito, la rubia aparece a su lado con su típico sonido alegre en ella.

- Roomie - la forma que lo dice se que esta burlarse. No conteste con alguna sílaba, solo fue un sonido bajo. - te tengo un regalo - comenta llamando la atención de la gotica.

Ambas estaban algo traumada con la idea de los regalos a la persona oscura de la habitación, aún cuando la misma rubia se lo volvió a regalar. La gotica aún tenía cuidado en usarlo, los mismos días que se lo ponía la rubia y así darle a entender que ya habia aprendido la lección.

Wednesday deja lo que hacia y termina mirándola desde su lugar. - te escucho -

Enid con una sonrisa que solo le regalaba a ella, se encontraba con ambas manos tras de ella y se notaba más brillante que otras veces, también se notaba orgullosa de su Victoria hacia la gotica.

Extiende sus dos brazos hacia adelante donde se encontraba una pequeña bolsita de tela oscura, bien cerrada con una soga dorada. Mostrando el detalle que le encanta a la Addams del estilo gótico y antiguo.

Con delicadeza la chica toma el objeto, mientras aún estaba sentada en su silla mirando con orgullo la bolsita. Se sentia más emocionada de lo normal, solo así se ponía con la rubia y sus excéntricos detalles a su persona.

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