Lo de ayer con Connor fue... Como describir la palabra. Intenso. Comprenderán que mi única aventura sexual fue a los 17 años con un chico del área de electricidad, él era mucho mayor que yo y prácticamente fui guiada por él, en un mundo así las películas y los libros son escasos y no tienes ningún referente frente al tema, era realmente inexperta. En ese tiempo Connor aún me veía como una niña pequeña y eso me molestabaAyer fue diferente, sentí que ambos estábamos en la misma sintonía, perfectamente combinados. Tenemos sentimientos de por medio, confianza y eso lo hizo especial.
El recuerdo me hizo sonreír como estúpida, la gente dirá tienes 24 años, Emma ya estás grande para comportarte como una niñita. Pero justo en este momento me sentía como una maldita adolescente hormonal.
La primera vez con el amor de tu vida no se olvida.
Pero no todo era color de rosas, claro que no. Debemos caminar a terreno desconocido y debemos estar enfocados en la misión: rescatar inocentes. Todos a manos de Margaret lo eran.
Recorrer los pasillos del cuartel es todo un lío, hay demasiadas puertas que conducen a diferentes partes del lugar y encontrar la enfermería se me hacía imposible.
Cuando por fin logro encontrar la sala, suelto un suspiro aliviador y camino para tocar la puerta. Tocó un par de veces y una voz conocida me indica que pase.
—Vaya, por fin te dignas a visitar a tu paciente. — murmura Dante desde una camilla.
— Tenía otras prioridades que atender. — aclaro acercándome a él. — además, Max me mantiene al tanto.
— Ese idiota no se aparta de mi lado, tuve que obligarlo a bañarse, ya estaba apestando.
— Se preocupa por ti...
— Qué alegría... — parece pensar un momento antes de volver a hablar — Yo… No había tenido oportunidad de agradecer lo que hiciste por mí, sé que soy un idiota a veces...
— ¿A veces?
— Sí, a veces — niego divertida pero dejo que continúe. . — Pero, Hablando en serio, gracias, estaría muerto si no fuera por tu ayuda.
— No tienes nada que agradecer, es mi trabajo.
— Lo sé... Pero quería que lo supieras. Fui una de la razón por la que Margaret pudo capturarte.
Ahora lo entendía, sentía culpa. Pero la verdad es que nadie la tenía, ninguno de nosotros, solo Margaret y eso lo tenía más que claro. No iba a culparlo por mis desgracias del pasado.
— Olvídate de eso. Solo céntrate en recuperarte.
Él asintió.
— Escuché que tienen otra misión. —Dice cambiando de tema. —Una muy estúpida si me lo preguntas.
— Qué suerte que nadie te pregunto. — Digo sentándome en una silla al lado de su camilla.
— Alexander me contó. — Confiesa. — Está enojado y al igual que yo. No ve ni pies ni cabeza a todo esto.
— Hay una organización completa a kilómetros de aquí, liderados por los ideales de Margaret, no podemos permitir que se busquen otra cabecilla que siga su inútil lucha, además, hay gente inocente que merece vivir sin violencia, como nosotros.
— Lo entiendo. — dice al final. — Pero solo deben tener cuidado, no confíen que el ejército de Malcolm les asegurará una victoria. Sean inteligentes. — menciona asiendo un gesto con sus manos.
— ¿Es preocupación la que escucho?
Él rueda los ojos.
— Ya lárgate de aquí, tuve suficiente de ti por hoy.
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¿Por qué nosotros?
Science-FictionLibro 1 y (Segundo en proceso) Muertes misteriosas han devastado el mundo, y solo unos pocos han tenido la suerte de sobrevivir. Tras pasar 15 años confinados en un búnker, se ven obligados a regresar a la superficie y enfrentarse a un mundo que cr...