Underage Marriage [Justin Bieber y Tú]

Capítulo 4

No sabia que decirle, si o no. 

Mientras yo estaba analizando que decirle, el me miraba esperando una respuesta, no sabia que contestar, estaba en blanco. Estaba por responder cuando mama respondió en mi lugar.

─ Le encantaría, Justin. ─la fulmine con la mirada, en cambio ella coloco su mano en mi hombro y me dio un apretón. ─¿Verdad ________?

─ Claro mama, encantada.─ En cada palabra goteaba el sarcasmo.

─ Mañana por la tarde paso por ti.─murmuro seco y dicho eso salio de la puerta principal, seguido por Pattie después de despedirnos con dos besos cada una de nosotras.

─ Porqué le dijiste eso mamá, sabes perfectamente que no me gustan que respondan en mi lugar.─ lo formule casi gritando.

─_______, sabia tu respuesta. Se que no ibas a aceptar para salir, ademas ¿no crees que debes de conocerlo un poco? 

─ Conocerlo o no, no te importa─masculle mirándola con furia. 

─ Es por tu bien _______.─ me mirándome con cautela y cansancio.

 [...]   

La mañana siguiente paso sorprendente mente rápida, llego la tarde y me vestí con un pantalón jean y una blusa holgada. 

El timbre sonó de la puerta principal de casa, era él, Justin. Baje por las escaleras silenciosamente, me lo encontré de espaldas mirando unas fotos colgadas a la pared con mi familia. Aclare la garganta y se giro sobre sus talones de supras. El iba vestido con una remera negra, pantalones de jeans, una cazadora de cuero y finalmente sus supras de color gris.

─ Hola _______. ─ hablo acercándose hacia mi. 

─ Hola Justin. ─ articule secamente, no estaba de humor, ademas no estaba en mis mejores días. 

─ ¿Nos vamos?─pregunto sin ganas.

Salimos de la casa hacia el auto de Justin que estaba estacionado delante de la mansión, era un mercedes gris. Subimos y tiramos rumbo hacia un starbucks que estaba al lado de una parque lleno de arboles, nadie dijo nada en el trayecto. Al llegar bajamos y entramos no estaba ni lleno ni vació, normalmente solía estar lleno por la tarde pero, ahora no estaba muy lleno que es extraño. 

Nos sentamos en una mesa de dos personas y pedimos unas bebidas. Cuando llego la camarera le coqueto a mi "esposo" y se fue, no me dio ni celos y nada por el estilo, estaba pendiente de lo que venia ahora.

─ Bien... primero de todo, cuando hagamos la boda, nos iremos de luna de miel hacia al caribe.

Abrí la boca para protestar, pero me di cuenta que no serviría de nada. Asentí con la cabeza un poco tímida.

─ Segundo, cuando llegaremos al caribe, acudiremos a un hotel y cogeremos una habitación de dos, nada de separados o cada uno en una habitación distinta. 

─ No pienso dormir contigo en una misma habitación, menos en una cama a tu lado.─ hable por primera vez con confianza y segura con mis palabras. 

─ Nena, des de ahora vas a hacer todo lo que te diga, entiendelo. Aquí de unos días seras mía...─Destaco la última palabra.

─ Y si no quiero ¿que? ─pregunte sorprendida ─ no quiere decir que si me caso contigo harás todo lo que deseas conmigo.

─ Si no lo haces, sufrirás las consecuencias preciosa.─Dijo con una sonrisa cínica en su rostro. 

Dicho eso, pago las bebidas que tomamos  y me arrastro hacia el auto, retomo camino hacia mi casa, al llegar sonrió.