Capítulo 35

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Maratón 2/5

Después de pagar a la cajera y estar mosqueada con Camila por hacer me comprar esa ropa interior, fuimos a comer algo en algún local rápido para después ir a una tienda de zapatos y comprar los que combinara con el vestido y por lo último, ir a un salón de belleza. Claro que me había mencionado que la acompañaría hacia allá pero no me había comentado que tenía cita doble.

─No entrare contigo, Camila.─Me senté en el gran sofá de cuero. 

─Oh vamos ___ ya pague, solo entra y relájate por dios.─Movió su pie y me miro─. Te quitara todo el estrés que te acumule hoy.─Soltó una risita bromeando. 

Luego de un largo tiempo mirándola, me rendí. Ya había pagado por mi y lo más mínimo que podía hacer es dejarla a gusto y no decepcionarla ya que había puesto una pasta de su parte en forma de agradecimiento por acompañarla hoy. Sinceramente, necesitaba un masaje con urgencia.

─Está bien.

Me levanté y camine hasta adentro donde entramos a un cuarto de estética, este era grande y sus tonos eran de colores neutros. Nos atendió una chica joven, muy simpática. 

Empezó con Camila dejándola sin un vello en su cuerpo, después comenzó con su masaje y más cosas para dejarla perfecta en el día de mañana. Otra chica rubia me atendía y mientras trabajaba en mi, masticaba un chicle en su boca.

Y realmente, me relajé esas dos horas. 


[...]

Introduje la llave en la cerradura y giré para entrar a mi hogar. Encontré a Angela barriendo el piso del pasillo, la saludé y subí a la habitación para dejar las cosas. 

Caminé hacia el baño y me mire en el espejo. El moño que había echo en el salón de estética se había deshecho y los pelos de lado se asomaban saludando al espejo. Metí varios mechones detrás de mi oreja mejorando mi aspecto y observe mi rostro pálido, la zona del bigote y de las cejas estaba totalmente rojas y hinchadas por la cera. 

Hice una mueca con los labios y abrí las puertas del pequeño armario que se encontraba colgado en la pared. Pero me arrepentí de haberlo hecho, al momento un puñado de envoltorios de preservativos cayeron haciendo un ruido sordo en el suelo.

Mordí la lengua para no soltar un grito y me puse de cuclillas para recoger el desastre. Fruncí el ceño ya que varios de los envoltorios estaban abiertos. No hice caso al tema y los devolví a su lugar y saque una crema hidratante para aplicármela en todo el cuerpo sensible. 

Salí y me tire en la cama cansada, había sido un día movido. 

Tal vez me dormí o solo me quede mirando a la nada pero cuando desperté encontré a Justin viéndome pensativo.

─¿A que hora llegaste?─ Cuestionó.

─Hace rato...

─¿Cómo te fue? ¿Compraste algo?─Se sentó en la cama.

Al mencionar la última pregunta no evite pensar en el conjunto que me obligó coger Camila. 

─Bien y sí, compré varias cosas.

─¿Qué cosas?─Me miró curioso.

─Cosas.─Me encogí de hombros. 

Alzó una ceja y me miro vacilante para después levantarse y caminar hacia el sillón donde se encontraban las bolsas. ¡Las bolsas!

Me levanté rápidamente y corrí hacia ellas como si mi vida dependiera de ello. Pero el fue más ágil y me empujo haciéndome sentar en el sillón de golpe.

─¡Justin!

Abrió una bolsa y asomó su cabeza ignorándome por completo y sacó un zapato para contemplarlo. 

─Apuesto que mañana iremos al hospital por culpa de esto.─Se giró y me observo─. ¿Acaso estas loca? ¡Te matarás con esto!

Me acerque a él y le rebate el zapato y la bolsa de esta.

─No te importa lo que lleve o no, es mi problema. 

─Te aviso que después no me vengas lloriqueando cuando te hayas roto el tobillo o algo por el estilo, porque no seré yo el que se ocupe de tú problema.─Dijo fuerte las últimas palabras. 

Rodé los ojos y agarré la otra bolsa donde contenía el vestido y quise hacer lo mismo con la última bolsa y la más importante pero la agarró de un tirón haciendo que la prenda cayera en la cama. 

Soltó un silbido y una risa burlona. 

─Oh, pero miren que hay aquí.

Agarró la prenda y la alzó delante de sus ojos analizándola con la mirada unos segundos, para después asentir con la cabeza.

─Me gusta pero me gustaría más verlo en ti.

─Me gusta pero me gustaría más verlo en ti.─Hice una mueca y imité su voz moviendo mi cabeza.

─Estoy hablando enserio, ya quiero verte con todos esos conjuntos que guardadas en el cajón, uno por uno, abajo de mi, pidiendo por más.─Mordió su labio inferior.

Abrí la boca sorprendida y lo observe enfadada.

─¿Hurgaste en mis cosas sin mi permiso?─Grité mientras le quitaba la ropa interior y la metía bruscamente en una de las dos bolsas que tenía en mano.

─Tienes la zona del bigote roja ¿te depilaste?─Preguntó intentando cambiar de tema.

─¡No me cambies de tema Bieber!─Chille roja de la vergüenza y del enfado.

─Solo tenía curiosidad y quería ver lo que usabas.

Por segunda vez, vi a Justin sonrojarse como un crío de diez años.





Underage Marriage [Justin Bieber y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora