Capítulo 32

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Suspire mientras me volteaba en la cama y abría los ojos con la nariz arrugada. Hoy era jueves, un día más en esta miserable vida. Me levante y hice mis necesidades antes de entrar a la ducha para después bajar a desayunar con unos simple cereal con leche. Mire hacia las escaleras cuando oí unos pesados pasos bajar por ella, pude desviar un Justin bajar lentamente y con unas ojeras notarías. Ayer no había dormido apenas ya que se encontraba enfermo y tampoco me dejo dormir porque cada dos por tres se quejaba. 

Angela le sirvió su desayuno delante suyo y se alejó para terminar su trabajo en la casa. Pensé en despachar a los demás y dejar a Angela y Josh porque ellos dos ya nos bastaban, pero no quiero que la pobre haga todo sola, sería cansino.

Observe a Justin por unos largos segundos quien miraba su plato con una mueca en los labios. Suspire cuando aparto el plato y hundió su cabeza en sus brazos cruzados. 

─Justin, tienes que comer algo.

Agarré el borde de mi camiseta, nerviosa. No quería sonar preocupada para él. Nuevamente estaba hablando sin pensar.

Alzó un poco la cabeza dejando al descubierto su mirada cansada.

─No tengo hambre.─Respondió después de un minuto haciéndome querer arrepentirme por abrir la boca.

─Vamos solo un poquito.─señalé con mi dedo pulgar y el indice indicándole la cantidad.

Se recompuso en la silla sentándose bien mientras una sonrisa divertida se asomaba en la comisura de sus labios.

─Señorita Bieber, ¿usted se esta preocupando por su esposo?─Dijo soltando una risotada. 

Y aquí tenemos devuelta al Justin del día a día. Cerré los ojos y intente contar hasta el número diez como me aconsejo mi psiquiatra pero no pude contenerme.

─Solo lo hago por tú bien, cualquiera lo haría.─Me levante del taburete y observé mi rostro en sus pupilas─. Por mí, métete la comida por donde te quepa. 

Salí de la cocina rumbo al salón. 


[...]

Eche un vistazo a la puerta para después mirar el reloj en forma de búho que colgaba en la pared marrón claro éste indicaban las cinco en punto de la tarde.

Me encontraba esperando a Camila en una cafetería cerca de la biblioteca central. Habíamos quedado para organizar nuestra salida para mañana, me contó que tenía que hacer muchas cosas y me pidió acompañarla por lo que acepte encantada. Si seguía un día más en casa junto a Bieber probablemente no necesitaría ir más a mis terapias si no que ingresaría en un manicomio, lo sé, llevo todo a un extremo alto. 

Acomode mi espalda en el respaldo de la silla y empece trazar dibujos imaginarios con uno de mis dedos en la mesa redonda. Alce la cabeza cuando note una sombra delante de mi para encontrarme con Camila 

Me miro pidiendo disculpas con la mirada. Enarque una ceja cruzándome de brazos.

─Lo siento, Chrisitan no me dejaba marchar.─Mordió su labio tomando asiento─.Sin...su... sesión de besos.─Susurro lo último poniéndose roja hasta los dedos de los pies. 

Solté una carcajada sin poder evitarlo.

─Oh, que cursi te salió el nene.─Me burle mientras hacia una mueca de asco.

─Cállate.─Me miro seria para después dejar salir una pequeña sonrisa que la delató.─Solo porque tu no recibes tu dosis de tu esposo, no significa que yo no lo haga.─Me sacó la lengua infantil mente.

Underage Marriage [Justin Bieber y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora