NUEVE.

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Despierto con la voz de la azafata pidiendo que nos coloquemos el cinturón de seguridad.

Seguido el piloto anuncia el aterrizaje en la ciudad de Los Ángeles.

«Por fin en casa»

Recojo mis maletas y al salir ya mi padre está esperándome.

Me saluda con un abrazo, me ayuda con el equipaje y subimos al auto.

—Cuéntame todo, ¿Cómo te fue en New York? -pregunta entusiasmado, podría decir que mi padre es mi mayor fan.

—Fue increíble papá, no sabes lo feliz que me sentí de poder cumplir uno de mis sueños.

—Te felicito hija, estoy tan orgulloso de ti -toma mi mano en las suyas y puedo ver el orgullo en sus ojos- también tengo algo importante que contarte.

Nos adentramos en el tráfico de la ciudad de camino a casa mientras hablamos.

—¿Que es? Cuéntame ya -pregunto con curiosidad, soy bastante cotilla la verdad.

—Tendrás que esperar, te lo contaré en la cena -está con la vista en la carretera pero puedo ver cómo sus labios están curvados en una sonrisa maliciosa.

—Noo papá, cuentame ahora -hago pucheros.

—No lo haré.

Después de insistir un millón y veces y que papá siguiera negándose llegamos a casa y la primera en salir a recibirme es mi Nana Mary.

—Mi niña -me abraza- ví el desfile, te veías hermosa.

—Gracias Nana -le devuelvo el abrazo- ¿De verdad lo viste?

—Por supuesto, no podría perdermelo.

—No te lo perdinaria -le doy un beso en al frente.

—Trajeron algo para ti mi niña.

—¿Para mí? ¿Que es?

—Eso -señala un ramo de rosas rojas que está en el centro de la mesa de la sala -lo trajeron unos minutos antes de que llegaras.

¿Quién podría haber enviado esto? No creo que haya sido Burak porque no sabe mi dirección.

Rebusco entre las flores y encuentro una tarjeta.

"Felicidades por tu éxito en el desfile, estuviste impresionante, imponente y hermosa como siempre.
Estoy contando los días para volver a tenerte entre mis brazos y recuperar el tiempo perdido mi rubí.
Te ama, T.S"

Thomas.

La ira invade mi cuerpo en fracciones de segundos, ¿Acaso es tan difícil entender que no voy a volver con él?

—Hazme el favor y bota eso de aquí -ordeno a Mary.

—¿Las vas a botar? Si están tan bonitas -se acerca y las huele.

—Quédatelas si te gustan pero te la llevas a tu habitación, no las quiero en mi vista.

Se va con las flores y yo subo a mi habitación a descansar.

—Descansa un rato y te arreglas para la cena, le pediré a Mary que cocine tu plato favorito -mi papá asoma la cabeza por el borde de la puerta.

—Está bien pa. -respondo con la vista en el celular.

Entro al baño de mi habitación y me preparo un baño de espuma con sales relajantes, aún siento el cansancio de la semana en mi cuerpo, especialmente en las piernas que me duelen de andar todo el tiempo con tacones.

Deseo Insaciable || Henry CavillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora