Deseo Insaciable || Henry Cavill

CUARENTA Y DOS.

HENRY

Pido otro trago. Uno tras otro trato de calmar mis ansias con alcohol.

Esa niñita me tiene mal de la cabeza con el vestido que se ha puesto esta noche.

Rojo, mi color favorito.

Desde la barra observo a Hannah moverse con tanta gracia y elegancia bailando con su padre y solo puedo pensar en una cosa, arrancarle la ropa, colarme entre sus piernas y follarla hasta que pierda el conocimiento.

Ya no sé que pasa conmigo, ya ni siquiera puedo controlar mi propio cuerpo, como en la cena, que mientras comía su postre y lamía la cuchara yo solo la imaginaba haciendo lo mismo comiéndose mi polla.

Río recordando la osadía que tuvo de meterse bajo la mesa y tocarmela delante de todos.

-¿Hermosa, no? -preguntan a mi lado.

-Mucho. -respondo sin dudar a la pregunta que me hace el turco hijo de puta parado a mi lado.

-No debería andar viendo mujeres ajenas teniendo una mujer tan hermosa a su lado. -sugiere.

Seguramente se dió cuenta de la forma en que llevo mirando a Hannah desde hace un buen rato.

-No creo que sea ajena.

-¿Ah sí? -pregunta- ¿Y que te hace creer eso Cavill?

-Solo lo sé. -termino el contenido de mi vaso de un solo trago y me dispongo a irme de ahí, no voy a cruzar una palabra más con este pendejo.

-Sé tus intenciones con Hannah. -suelta haciendo que me devuelva- me he dado cuenta de como la miras y la deseas, pero una cosa te voy a dejar muy clara, no te voy a dejar el camino libre, Hannah va ser mi esposa.

De verdad que es un imbécil, no me queda ningún tipo de duda.

-Tu esposa... -me le río en la cara haciendolo enojar aún mas- ¿Y ya le contaste que estás comprometido o piensas ser bigamo casandote con una aquí y con la otra no sé... En Turquía?

Traga grueso, sorprendido porque por supuesto que no esperaba que yo supiera su secreto.

-¿Cómo sabes eso? -dice a la defensiva.

-Tranquilo, no pienso decir nada. -me voy pero vuelvo a darle la estocada final- y otra cosa, si está contigo es porque yo no quiero nada serio, solo una aventura, porque te aseguro que si lo quisiera no tendrías ninguna oportunidad con ella.

-Tu también eres casado, no podrías tener nada serio con ella. -contraataca.

-Exacto y ella lo sabe y lo aceptó así, en cambio no creo que acepte que le hayas ocultado algo tan importante desde el comienzo, porque hace casi un año estás comprometido. -revelo un poco más de lo que se.

-Ese compromiso no vale nada, no pienso casarme con otra que no sea hannah. -Explica como si a mi me importara.

-Me importa una mierda, así que alejate antes de que Hannah se entere porque si le haces daño te mato con mis propias manos, estás advertido. -amenazo y se queda callado, su cara me dice que está haciendo su mayor esfuerzo por contener la ira y no hacer un espectáculo.

-¿Quien te crees para amenazarme? -se acerca a mi con actitud desafiante.

-No me creo nadie, SOY quien tiene tu reputación delante de Hannah y de su padre en mis manos -le palmeo el hombro- así que cuida tus actos ¿O quieres que le cuente tu secreto?

No le doy tiempo de responder, me doy media vuelta y voy a la mesa con mi esposa dejándolo solo en la barra, revolcándose en su enojo.

-¿Cariño dónde estabas? -pregunta Natalia cuando me siento a su lado.