-Buenos días bella durmiente. -dice mi padre entrando en mi habitación.
-Papá, déjame dormir. -me giro al otro lado tapándome con la sábana.
No quiero ni abrir los ojos, me siento exhausta por el día de ayer y el cuerpo me duele como si hubiese corrido un maratón.
-Levantate, necesito que vayas conmigo a una reunión en la oficina de Henry.
-¿Con el señor Cavill? -me destapo y me siento en menos de nada al escuchar su nombre.
-Si, respecto a eso quería hablar contigo ayer pero no te vi en todo el día. -me recrimina.
-Estaba trabajando pa, perdón. -pongo ojos de cachorrito.
-Hoy voy a informar a todos que te cederé la mitad de mis acciones en este proyecto, así que levántate, vístete y te veo en una hora para desayunar e irnos. -me palmea la pierna antes de salir.
Me levanto, me cepillo y me meto a la ducha, anoche llegué tan agotada que solo alcancé a quitarme los tacos y el vestido antes de caer muerta en la cama.
Salgo casi corriendo al vestidor para buscar que ponerme, me paro en el centro pensando que elegir, tiene que ser algo elegante pero también atrevido porque no puedo perder ni una oportunidad de tentar a Henry.
Hago un desastre sacando todo, hay montones de ropa tirada en el suelo, sigo sin encontrar algo que me guste y en la última parte del closet, la única donde no he buscado encuentro un conjunto Dior negro de falda y saco, ni siquiera lo recordaba y es el que me salvará el dia, lo descuelgo, lo miro pensando con que combinarlo y debajo me pongo un corset de encaje también negro y sandalias negras.
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Creo que con esta ropa estoy bien, no me veo ni muy formal ni muy zorra y ahora que también seré empresaria necesito más ropa de ese estilo.
Me maquillo, me pongo de mi perfume Chanel que es como mi olor personal y los accesorios son simples, dos pulseras doradas de Cartier en una mano y un reloj también dorado en la otra, para romper con la monocromia de mi outfit elijo una cartera roja donde meto unas pocas cosas, identificación, teléfono, dinero y una vez lista bajo a desayunar.
-Estoy lista. -me siento a la mesa.
-¿No te parece que vas exhibiendo mucho? Esa falda está muy corta, vas a una oficina no a una fiesta. -me mira por encima de sus lentes con el periódico en la mano.
-Para nada. -meto una tostada a mi boca- ¿Como me veo Nani? -le pregunto a Mary que está sirviendo café a mi padre.
-Hermosa como siempre mi niña. -mi padre rueda los ojos con su respuesta.
-Mary nunca te llevará la contraria. -afirma y tiene toda la razón, Mary me adora tanto como yo a ella.
-Por eso la quiero tanto. -le doy un beso en la mejilla cuando llega a mi lado con el café.
