Deseo Insaciable || Henry Cavill

CINCUENTA Y CUATRO.

-¿Lista para ir a casa cariño? -pregunta mi padre entrando a la habitación.

Después de una semana finalmente me han dado el alta, aún no estoy del todo bien, todavía me siento débil y con mucho dolor que más que físico, creo que es emocional.

-Si, estoy lista. -digo terminando de cerrar la cremallera de mi bolso de mano.

Me encamino hacia la puerta y papá me quita el bolso para cargarlo él, estamos a punto de salir cuando vemos venir por el pasillo al doctor que me ha estado atendiendo.

-Vine a despedirme de mi paciente favorita. -dice con una amplia sonrisa abriendo los brazos.

Sonrío débilmente y correspondo con un corto abrazo, me estrecha con sumo cuidado y acaricia mi hombro.

-Cuidate mucho preciosa, ¿Está bien?

-Está bien, lo haré. -finjo una sonrisa.

-Un placer haberlos conocido, aunque haya sido en tan fea situación -dice estrechando la mano de mi padre- un placer haber sido su doctor señorita Prescott.

-Gracias por cuidarme -ahora soy yo quien estrecha la suya- pero espero no volver a verlo más. -bromeo y el doctor ríe.

-Yo también espero lo mismo, o al menos no por estos lares.

Nos despedimos y finalmente dejamos este horrible lugar.

...

Llegamos a casa después de lo que parece haber sido un viaje eterno, mi padre venía conduciendo extremadamente lento por miedo a lastimar mi herida lo que hizo el camino mucho mas largo.

Al entrar al estacionamiento Klein espera a un lado, abre la puerta y me ofrece su mano para ayudarme a bajar.

-Me alegra mucho que esté bien señorita, bienvenida. -dice cuando me apoyo en él para bajar.

-Gracias Klein. -respondo.

A paso lento camino rumbo a mi habitación pero a mitad de camino me consigo con que han preparado una sorpresa para mí.

Un gran cartel que pone "Bienvenida a casa♥️" adorna la sala, una mesa hermosamente ordenada con frutas, un ramo gigante de rosas rojas y platillos para el desayuno, cajas con regalos y globos de colores.

Todos mis allegados están aquí reunidos, Maya, Jennifer, el señor Ben, Sebastian, Mary, Patrick y hasta Burak, todos excepto la única persona que anhelo ver y siento una punzada de decepción en el pecho.

Cada uno se acerca a mi y me da un pequeño abrazo deseando mi pronta recuperación y solo en momentos así puedo sentirme un poco querida.

-Que susto me has dado mi pequeña niña. -Mary es la última que me estrecha entre sus brazos con lágrimas en los ojos.

-No te vas a librar de mi todavía. -digo y logro sacarle una sonrisa.

-Pasemos a la mesa. -dice mi padre.

Cada uno toma asiento y yo lo hago con la ayuda de Burak que se sienta a mi lado, aún no lo perdono del todo, no confío en él pero como siempre fue una buena persona conmigo decidí darle una oportunidad a comenzar una amistad.

Desayunamos conversando amenamente, todos comentan lo preocupados que estuvieron por mi y sale a relucir el tema de la muerte de Thomas, nadie se explica que pasó ni por qué fue asesinado de una forma tan violenta, al parecer alguien se ensañó con él pero lo extraño es que solo pocas personas supieron que él fue quien me atacó.

Después de un par de horas de compartir, uno a uno comienzan a irse los invitados, primero los Affleck, luego Patrick y uno de los últimos en despedirse es Burak.