CUARENTA Y TRES.

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BURAK

Martes por la mañana, finalmente de vuelta en New York.

Conduzco a la empresa de mi padre, por primera vez no me molesta el pesado tránsito de la gran manzana.

Luego de una hora de haber salido de mi casa llego al edificio de Mansour Corporation, entrego las llaves del auto al valet parking y me adentro en los pasillos, saludo a la nueva recepcionista, la anterior renunció después que pasaramos una noche juntos y yo acabara con sus ilusiones de que seríamos algo más.

Tomo el elevador hasta el último piso donde están las oficinas administrativas y la secretaria se pone de pie en cuanto me ve.

-Buenos días señor Burak. -saluda la jovencita, ha de tener unos 20 años pero es muy eficiente en su trabajo- su padre pidió que fuese a verlo en cuanto llegara.

-Buenos días Kate -devuelvo el saludo- aún no le digas que llegué, luego iré a verlo.

Ignoro las demandas de mi padre y me encierro en mi oficina, sirvo una taza de té y me siento frente a la computadora a ocuparme de supervisar la contabilidad de mis negocios.

Me siento relajado después del largo fin de semana junto a mi amada, aunque no haya pasado nada como aquella noche en mi departamento me hizo feliz acompañarla y estar con ella, la unica desgracia fue tener que ver el desagradable rostro de quien después de cierta conversación ahora es mi principal enemigo.

"Si está contigo es porque yo no quiero nada serio, solo una aventura, porque te aseguro que si lo quisiera no tendrías ninguna oportunidad con ella"

Las palabras que me dijo siguen dando vueltas en mi cabeza una y otra vez confirmandome que lo que sospechaba desde hace un tiempo siempre fue real.

Otra cosa en la que no dejo de pensar es en el beso con la señora Cavill, algo que me tomó totalmente por sorpresa.

Cuando Hannah desapareció por un buen rato salí a los jardines, caminé hasta el mirador, encendí un puro que fumé mientras observaba las olas y de un momento a otro ella llegó a mi lado, charlamos unos minutos hasta que me arrebató el puro de las manos y le dió una calada antes de soltar el humo en mi cara para luego besarme.

Jamás me imaginé que algo así pasaría, solo nos hemos visto dos veces, aquella vez en el restaurant y esa noche, en las cuales siempre se veía muy feliz y enamorada de su esposo, aunque sus miradas durante toda la velada no pasaron desapercibidas para mí.

"-Esa niñita no es mujer para ti. -dijo sobre mis labios.

-¿Por qué no? -pregunté.

-Mereces a una mujer de tu clase, una dama elegante, una mujer de verdad...

-¿Una como usted señora Cavill? -pregunto siguiendo su juego.

-Para ti soy Natalia. -dice- y si, quizás una como yo.

-Lo siento, no debí corresponder a ese beso. -me disculpó tratando de no parecer grosero.

-¿No te gustó? -me mira con ojos seductores.

-Por supuesto, eres una mujer hermosa, pero amo a Hannah y la respeto. -aclaro, debo mantenerme firme por la mujer que amo.

-Tonto... -dice negando con la cabeza y una sonrisa en sus labios."

Después de eso se dió la vuelta y se fué, yo fui por Hannah a quien encontré a mitad de camino y volvimos a la reunión.

Dos toques en la puerta me hacen dejar los pensamientos de lado, ni siquiera he dado orden cuando ya mi padre esta entrando furioso dejando un periódico sobre el escritorio.

Deseo Insaciable || Henry CavillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora