SESENTA Y TRES.

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BURAK

-No voy a dejarte. -dice tratando de calmar mis miedos.

Quiero creerle pero hay algo que no me lo permite del todo.

Esa amenaza por parte de Cavill y la seguridad con que aseguraba que va a recuperarla ha encendido el fuego de la desesperación y miedo en mi interior, no quiero perderla, la amo demasiado y que se vaya de mi lado sería devastador para mí.

Nuestras miradas se encuentran, la de ella está llena de confusión, no entiende lo que está pasando y tampoco quiero confesarle lo que siento ahora. Me acerco más, tomo su cara entre mis manos y la acaricio tratando de convencerme de que está aquí, conmigo, que no se va a ir.

-Te necesito. -digo con voz ronca y junto mis labios con los suyos, vuelvo a besarla con pasión y desespero, con ansias y necesidad- necesito sentirte.

Mis manos encuentran su cintura y tiro de ella suavemente queriendo sentir el calor de su cuerpo contra el mío, mis ganas de sentirla cercana son desesperantes. Solo deseo fundirme con ella, asegurar nuestro amor a través de este íntimo contacto.

Si ese maldito cree que le va a ser fácil recuperarla se equivoca, pienso luchar y hacer todo lo que sea necesario por mantenerla a mi lado, no puedo permitir que otro me arrebate lo que tanto tiempo y esfuerzo me ha costado tener.

Continúo besándola, me niego a abandonar sus labios, puedo sentir la calidez de su piel a través de la tela de su vestido y eso me reconforta, sus manos se posan en mi pecho y la electricidad de dicho contacto recorre todo mi cuerpo.

El contacto fue suave pero en un instante se volvió más intenso cuando volvió a besarme y tomó las riendas de la situación.

**

HANNAH

Harta de los besos suaves y delicados tomo el control, ahora lo beso con pasión, con lujuria, mis manos suben de su pecho a su cuello con una caricia ardiente que lo hace estremecer, muerdo su labio inferior tratando de incitarlo y el responde con leve gruñido pero no se aparta de mi boca.

Lleva una mano hasta la parte de atrás de mi cuello y comienza a bajar la cremallera de mi vestido hasta que cae a mis pies dejando mi cuerpo totalmente desnudo, cubierto solo por unas pequeñas bragas negras.

Comienzo a caminar y el retrocede hasta que la parte trasera de sus piernas tropieza con el borde de la cama, lo empujo ligeramente y se sienta, me subo a horcajadas sobre sus piernas y sus manos automáticamente van a mis senos.

Con habilidad saco su erección del pantalón y comienzo a masturbarlo, mi mano sube y baja con movimientos lentos y su respiración comienza a acelerarse, enredo la mano libre en su cabellera negra y tiro de ella para obligarlo a levantar la cara, me mira a través de sus pestañas espesas y puedo ver el deseo y la lujuria en sus ojos.

Debo confesar que me fascina el efecto que causo en él, que un simple toque de mis manos lo lleven al borde como ahora que lo tengo a mi merced, jadeando con los labios entre abiertos perdido en la excitación que le causan mis caricias.

Estoy frustrada y quiero desquitarme el que me obligara a dejar el evento antes de tiempo, necesito correrme para dejar de pensar en lo que sucedió hace un rato.

Me levanto un poco, aparto mis bragas, guío su miembro hasta mi entrada, lo introduzco por completo y el tira la cabeza hacia atrás soltando un gemido, extasiado por la sensación de estar dentro de mi.

Siento sus manos en mis caderas pero soy yo quien dirige cada movimiento, cada pequeños salto que doy sobre su polla, se siente bien, me muevo con intención y total descaro sobre él.

Deseo Insaciable || Henry CavillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora