DIECINUEVE.

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1 PM.

Aterrizamos en Nassau después de cinco largas horas de vuelo en el jet privado de Cavill Enterprises.

Durante todo el vuelo no tuve ningún tipo de contacto con Henry, se mantuvo en la cabina con los pilotos o en la pequeña habitación trabajando y es entendible, después que nos vió su abogado en la oficina no debe querer exponerse más. El señor Ben durmió casi todo el vuelo y Sebastian fue el único que se acercó a charlar un rato y explicarme lo primordial sobre el proyecto para que no esté tan perdida.

Haberme levantado a las 6 de la mañana para prepararme para el viaje me pasa factura cuando el sol golpea mi rostro, el dolor de cabeza se hace presente de inmediato y mi estomago ruge pidiendo comida, un sandwich antes de salir no es suficiente para tantas horas de vuelo. Inhalo disfrutando el olor a mar, que me fascina y siempre me alegra, me pongo mis gafas Dolce & Gabanna recibiendo la mano del hombre moreno que me ayuda a bajar del avión y me guía hasta el auto que nos espera a un lado de la pista.

En pocos minutos estamos bajando del auto y adentrandonos en el lobby del hotel mas lujoso de la isla, pero no será por mucho tiempo, pronto Caribbean Paradise (nuestro proyecto) tomará ese lugar.

Trato de disimular la risa cuando la recepcionista no encuentra a donde mirar con tanta belleza de los tres hombres que me acompañan, aunque sean maduros son los mas atractivos del lugar. Entrega la llave de la suite presidencial a Henry y al señor Ben, a Sebastian y a mi nos dan una master suite a cada uno.

-Su suite se encuentra en el décimo piso, ala oeste -indica la recepcionista a Henry- y las de sus acompañantes en el piso nueve. Bienvenidos y disfruten de su estadía.

-Gracias. -asiente y le dedica una sonrisa.

Desde donde estoy casi puedo ver como se le cae la ropa interior a la morena que tiene las mejillas ruborizadas. ¿Y como no? Si le acaba de dirigir una sonrisa capaz de derretir hasta el mismísimo polo norte.

En el ascensor me hacen una seña para que suba primero, el señor Cavill se para a mi lado y Sebastian con Ben adelante.

Basta con ligero roce de nuestros brazos para que sienta una descarga eléctrica por todo el cuerpo, pero solo me pasa a mi, el ni siquiera se inmuta solo sigue con la vista clavada en su celular.

-Nos vemos a las tres en el restaurant del hotel -dice sin siquiera mirar cuando Ben, Sebastian y yo bajamos en nuestro piso.

Abro la puerta con la tarjeta que me entregaron. La habitación es grande y bonita con tonos blancos y beige, una cama grande en el medio dónde me lanzo dejando la maleta a un lado, me siento cansada por haberme despertado temprano de no ser porque muero de hambre me tomaría una siesta.

Estoy a punto de entrar a darme una ducha cuando dos toques en la puerta me detienen.

-Buenas tardes señorita, lamento molestarla. -habla un trabajador del hotel cuando abro- ha habido un error con su habitación y tendremos que trasladarla.

-¿Que ha pasado? -pregunto confundida.

-Le han dado la habitación incorrecta, la suya está en el piso de arriba -aclara- he venido a ayudarle con su equipaje.

-Ehmm... bueno... Ok.

Recojo mi cartera y el chico toma mi maleta guiandome al ascensor.

-Esta es su nueva habitación. -abre la puerta justo al lado de la de Henry.

Entro y lo primero que me encuentro es una nota sobre la cama.

"Disfruta de tu nueva habitación.
HC."

Deseo Insaciable || Henry CavillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora