-Capitulo 6-

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-Paseo-

Al entrar a la casa lo primero que hizo fue gritar para que se sepa sobre su llegada.

Hecho eso dejo su abrigo en una silla y se adentro más en el hogar, escuchando así el caer del agua en el baño. Rio un poco y toco la puerta del baño un par de veces para llamar la atención de quien estaba dentro.

GT!Cal: Ya llegue, golpea la pared tres veces si tienes la toalla..– Al escuchar el sonido indicado asintio satisfecho al saber que si pudo encontrarla, le habia indicado antes de irse donde estaba, pero le preocupaba que no lo encontrara– Perfecto... ¿Quieres café?

Al escuchar de nuevo los tres golpes volvió a reír y fue directo a la cocina para poder hacer algo de café.

En un par de minutos el albino salió del baño con una toalla atada a su cintura dejando a la vista la gran variedad de cicatrices que adornaban su cuerpo, siendo las más destacadas una en forma de X en su torso y lo que parecia ser una hecha por fuertes quemaduras, la cual recorria su brazo izquierdo, comenzando en el hombro y terminando en el antebrazo.

El albino suspiro un poco y masajeo su cuello, volteando hacia la ropa húmeda que se encontraba sobre su hombro.

Largo un segundo suspiro y tiro su cabello hacia atrás para poder ver mejor. Hecho eso solo miro la ropa húmeda mientras pensaba en que hacer con esta.

"Debe de haber alguna manera de secar todo esto..." Pensó el albino, mirando la ropa.

En lo que las ideas pasaban por su mente la figura fantasmal de Gaster se formo a su lado, quien se veía divertido.

Gaster: Chico...–El albino lo volteo a ver e hizo una mueca al notar esa sonrisa suya– Vamos, no te pongas así, jeje...

Cal: [¿Qué quieres?]

Gaster: Tengo una idea para secar tu ropa más rápido...– El chico solo levantó una ceja y el Monstruo suspiro un poco para evitar reír– Lo mejor seria que vayamos al patio...

Cal: [ tu lo dices....]

Dicho eso simplemente camino hacia la puerta que daba a la parte trasera de la casa mientras Gaster lo seguía.

Gaster: Ten cuidado, no te vayas a caer...

Al decir eso el chico lo volteo a ver más que molesto causando que el monstruo estalle de la risa.

Cal: [Te voy a romper el cráneo, idiota...]

Con eso dicho salieron a la parte trasera del hogar.

Mientras tanto el azabache dejó las dos tazas en la pequeña mesa y se acercó a la alacena buscando algo para acompañar el café.

En eso escucho un ruido un tanto extraño y al voltear la mirada hacia la ventana que daba a la parte trasera de la casa noto una pequeña llamara morada. Levantó una ceja al ver esto, pero decidió ignorarlo creyendo que solo era cosa de su imaginación.

Se acerco a la mesa y se sentó junto a las donas que había comprado el día anterior.

En un par de minutos el peliblanco entró a la cocina ya con su ropa de siempre y se sentó frente a él.

El chico sonrió un poco al verlo y le dio un sorbo a su café.

GT!Cal: ¿Vas a usar esa ropa en todo momento?

Cal: No tengo nada más. Ya la lave de todas formas...– Agarro la taza y le dio un pequeño sorbo.

GT!Cal: ¿Tan rápido se seco?– El peliblanco solo asintió en respuesta cosa que sorprendió un poco al chico.

El Humano... [ UNDERTALE ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora