El Humano... [ UNDERTALE ]

-Capitulo 15-

-Regreso-

Cal: Así que... ¿Quien eres...?– Preguntó al fin, destruyendo así el largo e incomodo silencio que se había instalado entre ellos.

—Puedes llamarme Core, un gusto Cal...– Se presentó, inclinando un poco la cabeza.

El humano asintió lentamente a las palabras del niño, analizando un poco más su particular apariencia grisácea antes de suspirar y apartar la mirada.

Cal: ¿Cómo me conoces...?– Preguntó mientras alzaba una ceja.

Core: Yo sé todo– Respondió de una forma un tanto infantil, sus brazos extendiéndose hacia los lados– Además, es difícil no reconocer a un Cal...

Cal: Pff, supongo...– Asintió, riendo un par de veces ante dicha respuesta, antes de que otra duda llegara a su mente– Antes mencionaste que te alegraba saber que pude salir de aquel sitio... Supongo que te referías al vacío ese...

Core: Así es...

Cal: Sí sabias de eso... ¿Por qué nunca me ayudaste a salir?

La buena vibra y calma que había entre ellos pareció esfumarse por unos momentos ante aquella pregunta, una intensa tensión instalándose entre ellos, entre sus miradas...

El niño de tonos distintivos se tomó su tiempo para responder, observando con atención al humano más alto parado a pocos metros frente a él, sintiendo la tensión que se instalaba en el ambiente antes pacífico que había... Y que pronto pareció volver a hacerse presente cuando dicho niño sonrió un poco, inclinando la cabeza en una señal de disculpa.

Core: Lo lamento, pero me era imposible poder acceder de manera cien por ciento fisica.– Respondió, volviendo a alzar la cabeza– Por esto mismo me vi limitado a sólo poder hablar con tu Gaster...

Asintió ante aquella respuesta, encontrandose complacido de cierta forma, al menos al saber que no lo ayudó no porque no quiso, sino porque no pudo. Con eso resuelto una nueva duda se instalo en su mente, arrugando su frente mientras pensaba en el hecho de que su compañero nunca le había contado sobre el niño enfrente suyo.

Cal: ¿Y que hablabas con él específicamente...?

Core: Le conté sobre este sitio. Mi intención era que si lograban encontrar la manera de regresar, pero no llegaban a hacerlo correctamente supieran de este sitio. Por eso llegaste aquí por tus partículas, se los permití...

Dejando caer sus brazos a los lados de su cuerpo su visión se centro en el azabache, observando con atención como el mismo pensaba un momento sobre la pequeña explicación que le acababa de dar.

Lentamente un suspiro escapo de los labios de Cal, quien flexiono las piernas y terminó por caer al suelo, tomando asiento en el césped y recargando su espalda en cierto árbol que tenía justo detrás de él.

Cal: Esto es raro...– Comentó, aunque fue más para si mismo, una expresión cansada en su rostro que señalaba la falta de sueño en los últimos día– ¿Para qué sirve este lugar exactamente?

Junto con su consulta el azabache volteo su mirar hacia el niño, quien se acercó a él y se apoyo contra el árbol a un lado del humano recién llegado.

Core: Es un hogar, un hogar para todos aquellos que hayan perdido el suyo...– Respondió, su mirada vagando por las nubes que adornaban el cielo.

Cal: Asi qué es un refugio...– Repitió, asintiendo un par de veces e imitando la acción del niño, sus ojos posandose en aquel azul sobre ellos– ¿Por qué parece tan lleno? Más de lo que debería de estar...