UNA PARTE DE MI ALMA // MITZU // (MINA+TZUYU TWICE)

CAPÍTULO 46 EN NOMBRE DEL AMOR

Sana y Momo bailan apartadas en su propio mundo, pero felices de ver a sus dos amigas ya reconciliadas y sonrientes a lo lejos. La peli azul no puede evitar sentir envidia de que todo, como ella piensa, se les dé tan fácil a ese par y ella con Sana nada.

No sabe si por el alcohol o qué, pero es feliz de que ahora mismo la psicóloga esté con ella sin reclamarle por algo o estar peleando, solo abrazadas disfrutando de la canción que suena sin ninguna otra preocupación, como las amigas que son.

Amigas... nunca le dolió tanto esa palabra como ahora. Ella no quiere ser más amiga de Sana, al menos no en un primer ámbito. ¿Querrá ella darle una oportunidad?, ¿podrá la misma Momo cambiar en nombre del amor que siente por Sana y ser lo que ella quiere y merece?, ¡Porque vamos! Toda la culpa es de ella por ser una idiota —se regaña—. Años y años tan acostumbrada a serlo que ya le es difícil salir de esa zona de confort, pero por Sana vale la pena todo.

La chica de cabello castaño se aparta un poco de su abrazo para sonreírle y Momo cae ante su encanto. ¡Es tan preciosa! Logra desarmarla con solo verla, no es sino que le sonría para que ella quiera tirarse de un acantilado si es que se lo pide, un sentimiento de inmortalidad la cobija.

Desde niñas siempre se interesó en su mejor amiga, pero jamás fue tan valiente. Siempre se refugió en la rebeldía, los amores pasajeros y las fiestas, pues decía que así no sufriría nunca, y si bien era cierto, el estar sufriendo ahora mismo por no ser lo suficiente para Sana lo considera mucho peor. No se salvó, ahí está, con el corazón dolido por las palabras de su amiga de que primero muerta antes que estar en una relación con ella.

—¿En qué tanto piensas? —pregunta Sana sacándola de su cabeza.

—Yo, este... en ti.

—¿En mí?

—Sip.

—¿Y qué piensas de mí?

El corazón de Momo se acelera con esa simple pregunta.

¿Que qué piensa de ella?, ¡Nada!, solo que es la mujer más hermosa del mundo y que la ama más que a su propia vida; que es lo único que tiene y que le importa en el mundo además de su otra mejor amiga Mina, que ahora mismo cuando su mundo es un caos y se viene a pedazos, todo en lo que puede pensar es en ella. Que no le importa vivir en la calle y comer de la basura un día si a su lado está ella, que quiere besarla, que quiere hacerla suya, que sus ojos le encantan, también su cabello, el dulce sonido de su voz nada comparado con su estruendosa risa, pero que igual ama; que es su universo completo de principio a fin y que no sabe ya qué más hacer para que la perdone.

—Pienso que... yo...

—¿Sí...?

—Pienso que... te amo Sana —expresa lo más sincera posible.

Sana suspira algo consternada cerrando los ojos. Es lo que hace cuando quiere evitar que se le salgan las lágrimas, más que ponerla feliz, esas palabras le hacen daño; cree en Momo, sí, pero no quiere arriesgarse a más por miedo a que la hiera como ha venido haciendo todos estoy años.

Es consciente de la vida a la que está acostumbrada y de lo difícil que es que ella salga de ella, además su asunto con su exnovio todavía la agobia. Sana amaba a Brandon y su traición le ha hecho un hueco enorme en el alma que apenas está sanando. No está lista para un golpe más, para un sufrimiento más, para un problema más... Momo representa todo eso (es lo que cree), no está lista para su amiga y siente que ella tampoco lo está para ella, al menos no en ese preciso momento.

—Momo, por favor...

—Sé que no me crees una palabra... sé que te he hecho daño y que te he mentido tanto que cuando te digo buenos días tú sales a ver si de verdad salió el sol —ríe sin gracia—, pero es la verdad, nunca fui sincera con algo tanto como lo estoy siendo con esto, quiero cambiar por ti, déjame.