UNA PARTE DE MI ALMA // MITZU // (MINA+TZUYU TWICE)

CAPÍTULO 13 MACARRONES CON QUESO

Mina sigue entablando conversación con Tzuyu en esa cómoda posición sin permitirse pensar mucho en la palabra "incomodidad". Ni de ella sentirse así, ni de hacer sentir a la otra así.

La chica de ojos increíbles le comparte de su vida abiertamente. Le emociona la idea de que estudie Biología porque le gustan los ecosistemas y todo lo que existe en ellos, le gusta como habla con tanto amor de su profesión, su color favorito es el verde, tiene un perro llamado Dominó, le enseña algunas fotos de ella y sus amigas en su teléfono, le cuenta un poco la historia de cómo todas se hicieron amigas en la escuela y un poco más de cómo es cada una de ellas, cómo se aman como hermanas.

—En-en los libros de ciencias de Chaewon, dice que-que la gente de los laboratorios disacan a los sapitos.

—Se dice: "Disecar" —corrige amable—. Eso lo hice cuando estaba en el colegio, aquí es diferente —ríe.

Tzuyu se remueve triste en su lugar por el destino de aquellos animalitos, no le gusta que sufran. Mina ríe enternecida por la chica todavía recostada en sus piernas. Sigue acariciando su cabello y cejas en lo que continúa con su presentación de sí misma.

—Voy en sexto semestre junto con Sana, aunque ella estudia psicología —habla sin dejar de acariciar el cabello de la chica del café provocándole una sensación de paz—. Y Momo estudia Ingeniería especializada en mecánica automotriz, aunque ella va en quinto.

Tzuyu frunce el ceño en su usual gesto de confusión mirando desde abajo a la chica.

—¿Qué-qué es lo que dices de números?

—Los semestres, quiere decir el grado de nuestra carrera en el que estamos. Como cuando vas a la escuela y cada año subes un nivel, pero en la universidad subes cada seis meses.

Tzuyu se permite analizar sus palabras. Es cierto, eso ocurre con Chaewon cada nuevo año, su hermana es una niña muy inteligente a diferencia de ella que ni siquiera la primaria terminó, eso la hace sentirse muy poco ante la elegante chica que le sonríe desde arriba.

—Tzuyu —Mina interrumpe el cómodo-incómodo y largo silencio que se ha hecho—, ya casi son las diez.

Ella ladea de nuevo su cabeza frunciendo el ceño. ¿A qué se refiere?

—Las diez, mi práctica es en quince minutos.

Tzuyu abre los ojos apenada. Se pone de pie como un rayo provocando la risa de Mina.

—Perdón... perdón...

—¡Hey! —toma su brazo en un gesto para tranquilizarla—. Tenemos mucho tiempo, vamos.

Mina le amarra el hoodie de Tzuyu en la cintura y le entrega su mochila. La guía hacia adentro del campus cuando siente que la chica alta la detiene por el hombro.

—¿Qué pasa?

Tzuyu señala su bicicleta. Ella entiende de inmediato.

—Puedo pedirle a uno de los gorilas que te la cuide —molesta riendo.

Tzuyu niega rápidamente no queriendo molestar, pero es demasiado tarde porque uno de ellos ya se está llevando su bicicleta cerca de la camioneta blanca para acomodarla allí junto. Dos de los tipos altos y fornidos las acompañan al establecimiento.

La chica de cabello castaño explica a Tzuyu cada salón y espacio de la universidad en su camino al coliseo. Algunos estudiantes se pasean por allí sonriendo a ambas. Tzuyu se emociona con la música que proviene del edificio de Armonía quedándose un rato allí a escuchar.