CAPÍTULO 5 MINA PINGÜINA

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Tzuyu se asegura de que Chaewon esté en la ducha y no vuelva a dormirse antes de volver a su cuarto por su uniforme de la cafetería para irse preparando. Es más que seguro que no irá a trabajar a la CSU esa mañana, y aunque le preocupa por el dinero que tiene que juntar, más le preocupa dejar a la extraña sola en su casa.

Sale del baño justo a tiempo ya cambiada para ver a la visita removerse en su lugar a punto de despertarse.

La chica se refriega el rostro con fuerza emitiendo un quejido mientras se sostiene la cabeza. Se da la vuelta enterrando la cara en la almohada quejándose otra vez. Deja escapar un largo suspiro y se sienta con dificultad volviendo a gemir de dolor con los ojos cerrados.

Dios mío, mi cabeza.

Tzuyu observa de pie toda la acción.

La chica abre por fin los ojos escaneando con cara de confusión dónde se encuentra, finalmente conectando su mirada con la de la enorme chica frente a ella; cuando eso pasa, Tzuyu siente perder el aliento maravillada de sus ojos, tanto, que se pone de rodillas lo más cerca que puede para admirarlos. La otra retrocede hasta toparse con la pared.

¿Quién eres tú?, ¿dónde estoy? pregunta con la voz ronca.

La chica más alta no responde, ella sigue embelesada en sus ojos.

¿Hola? mueve su mano delante de ella llamándole la atención. La mirada fija de la chica empieza a intimidarla.

Hola sonríe Tzuyu sin apartarse un centímetro.

¿Dónde estoy?

Mi casa.

Okey, ¿y qué hago en tu casa?

Un encogimiento de hombros es su respuesta.

¿No me secuestraste?

Tzuyu abre mucho los ojos asustada. Ella jamás le haría eso a nadie, jamás le haría daño a nadie.

Niega rápidamente alejándose lo más que puede poniéndose otra vez de pie.

No, no, no, no, no. Yo no... yo jamás...

Vale suspira cansada, ¿entonces?

Tarde.

¿Tarde qué?

la señala, era tarde.

¿Estabas en la discoteca?

Los recuerdos de la extraña son borrosos. Ahora que lo piensa, aun con el dolor de cabeza tan inmenso que la atraviesa, no es mucho lo que recuerde desde que volvió del baño hasta su mesa.

Tzuyu niega.

¿Desayuno? ofrece amable.

La chica la observa extrañada.

Prefiero unas aspirinas, ¿tienes?

Ella asiente recordando que su papá también las usa después de beber a la mañana siguiente, eso quiere decir que la chica también bebió y por eso las necesita. El pensamiento de que la desconocida pueda volverse agresiva como él por culpa del alcohol y que pueda maltratarla, la hace encogerse con temor; por eso, cuando ella se pone de pie, Tzuyu retrocede con miedo hasta el otro rincón de la habitación cubriéndose.

¡No, por favor!, ¡por favor! pide.

¿Qué tienes? expresa preocupada.

UNA PARTE DE MI ALMA // MITZU // (MINA+TZUYU TWICE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora