CAPÍTULO 64 LA LEY DEL AMOR

38 5 0
                                    

De los amores complicados he escrito mucho y de él he desencadenado mil y un historias, poemas y canciones. Uno creería que no, pero en pleno siglo XXI se siguen viendo casos de amores que no pueden estar juntos por diferentes razones de sexo, piel, creencias, preferencias y hasta clase social. Mina y Tzuyu no son la excepción; si bien juntas han vivido su amor en su propia burbuja, el exterior es algo a lo que todavía no se enfrentan de lleno y temen encarar, al menos Mina.

Si los padres de Hirai Momo son difíciles, los de Mina no se quedan atrás. Si se llegan a dar cuenta de la relación de su hija con una mujer, pondrán el grito en el cielo y llegarán a tomar represalias que la bióloga no quiere ni imaginar.

Tzuyu se siente triste de tener que esconder su relación con la nadadora; reprimir sus ganas de besarla e incluso abrazarla, no solo en la universidad, sino fuera de ella, en su conjunto residencial y en la calle.

Las vacaciones han terminado dando paso al clima fresco de agosto y luego septiembre, el tiempo corre sin prisa dando un ejemplo a los estudiantes de la CSU que corren apurados por los pasillos para llegar a la hora a sus clases, pues estas volvieron para todos y la ajetreada rutina se ha vuelto a hacer presente en sus vidas.

El par de chicas junto con la pequeña Chaewon disfrutaron tanto de su tiempo libre en paseos, noches de pijamadas y películas, viajes, cine, comida, fotos y lugares increíbles, que en verdad ya les hacía falta regresar a su propio mundo.

La relación de las protagonistas de esta historia no es diferente de una regular, con la excepción de la inocencia que Tzuyu manifiesta de manera natural ante las cosas que normalmente nos parecen más triviales, aunque Mina difiere de esto en ocasiones y olvida su condición cuando se trata de chicas e incluso chicos, que se acercan demasiado a su novia con otras intenciones, comentarios o halagos que ella no puede evitar no soportar.

La chica del café no entiende mucho su cambio repentino de temperamento, solo cuando Mina le explica lo de los celos y ella le responde con su usual: "No me gustan los celos porque me duele aquí" —señalando su pecho. La nadadora entiende y hasta se disculpa, trabajando en ello para dejar de pelear con Tzuyu, quien es la más inocente del caso, aunque le es difícil.

La situación se les empieza a salir de las manos, más cuando la bióloga no puede ocultar su molestia cuando ve a una chica demasiado cerca de Tzuyu en la entrada sonriéndole con su café recién servido en las manos. Su novia le sonríe algo apenada, y aunque Mina sabe que la pelinegra no resiste el contacto físico o siquiera visual con nadie más, no es ella quien le preocupa.

—Enserio, ¿qué le pones a tu café que es tan delicioso?

—Pues yo, este...

—Lo endulza con todo el amor que le da su hermosa y perfecta novia —abraza Mina a la chica más alta marcando territorio—. ¿Verdad mi amor?

—Mina...

La chica de cabello castaño aprovecha ese efecto que tiene en Tzuyu con solo aparecer en su foco de visión, no es sino que haga contacto visual con sus ojos de color diferente, que el mundo y todo lo demás al rededor desaparece para la chica del café. Mina se vanagloria de esto.

—Buenos días —le sonríe encantada a la chica más alta, para luego observar de arriba abajo a la otra con mirada escudriñante.

—Myoui Mina —saluda la extraña.

—La misma que nada y diseca sapos en el laboratorio.

—¿Qué le haces a los sapitos? —pregunta Tzuyu con preocupación, pero es ignorada por las otras dos.

—¿Así que su novia?

Sip —sonríe falsa—. Este maravilloso espécimen de dos metros tiene dueña.

UNA PARTE DE MI ALMA // MITZU // (MINA+TZUYU TWICE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora