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La tarde era calurosa, pero el aire acondicionado del auto estaba funcionando, lo que mantenía a ambos hombres frescos. El sol se escondía tras unas nubes, creando sombras esporádicas y un ambiente misterioso y romántico. El motor de la carrocería SUV vibraba con un sonido profundo, mientras la autopista atravesaba un paisaje verde y montañoso.

Seungmin podía sentir la frescura del aire y la calidez del sol, que le calentaba su cara y sus manos. Bangchan parecía relajado y calmado, disfrutando de la tranquilidad de la carretera. Su mano derecha pulsaba el volante con delicadeza, mientras que su mano izquierda tocaba el cambio de velocidad, su camisa arremangada hasta los codos dejaba ver sus músculos moverse al hacer cualquier movimiento.

Seungmin podía notar que sus ojos brillaban con una especie de determinación, una especie de control que parecía estar presente en todas sus acciones, incluso en su forma de conducir.

- ¿Quieres saber un secreto?- preguntó Bangchan, y sonrió de manera pícara.

Seungmin sintió su corazón latiendo más rápido, y el rostro de Bangchan se le antojó más atractivo de lo normal.

- Claro, dímelo - respondió Seungmin, y trató de que su voz no temblara.

- La luz del sol hace que tu cabello brille y ese color hermoso de tus ojos resalte, no imaginas lo mucho que estoy luchando por no robarte un beso - declaró el alfa.

Fue evidente la emoción de Seungmin ya que su dulce aroma abrazó todo el interior del auto.

- Entonces tendrás que aguantar más Chris - se acercó al conductor y hizo que sus labios roce con su mejilla - te lo tendrás que ganar - susurró.

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Las llantas de su auto tocaron la arena, frenado al borde de ella, apagó el motor de su auto y estiró su cuerpo, mirando el lindo horizonte del mar, azul.

- Te gusta la vista? - mencionó Bangchan saliendo del auto y arrimándose en la puerta, respirando su aire fresco.

El omega imitó su acción levantándo sus brazos, teniendo en sus palmas los rayos del sol que lo calentaban.

- Me gusta mucho.

Una mirada, una sonrisa, dos mentes conectadas y dejaron salir su niño interior.

Se quitaron los zapatos metiendolos en el auto y corrieron a meter sus pies al mar sintiendo las cosquillas de las olas al golpearlos.

Era un clima hermoso de disfrutar

En la playa hacía un día soleado y un poco cálido. El sol iluminaba la arena, y la brisa levantaba un poco el polvo del suelo. Los dos estaban corriendo, y no hacía falta decir que estaban riendo a carcajadas. El viento agitaba sus cabellos, y podían sentir el mar salado en la cara. De repente, Bangchan se detuvo, y señaló a Seungmin para que también se detuviera.

Seungmin levantó la vista y miró a Bangchan, y vio que estaba sonriendo.

-¿Qué pasa? - preguntó, y su aliento seguía un poco entrecortado por el ejercicio.

-Te puedo derribar y lanzar al mar omega - dijo Bangchan, y se puso en posición .

- Vamos a verlo - respondió Seungmin, y le lanzó una mirada de desafío. Se miraron fijamente el uno al otro, y se quedaron quietos por un momento, sin moverse, como si estuvieran contando hasta tres. Luego, de pronto, ambos comenzaron a correr hacia el otro, y en cuestión de segundos, Bangchan había conseguido derribar a Seungmin y había quedado encima de él, riendo.

Seungmin le dio un empujón y logró volver a pararse.

- Apuesto a que no puedes derribarme de nuevo - dijo Seungmin, con una sonrisa y un brillo en los ojos.

- Acepto esa apuesta - respondió el alfa y volvieron a jugar de nuevo. Pasaron varios minutos corriendo y jugando, hasta que finalmente empezaron a sentirse cansados

- ¿Quieres sentarte y descansar un rato? - preguntó Seungmin.

- Sí, ya estoy muy cansado - dijo Bangchan, y ambos se sentaron en la arena, con las piernas cruzadas.

- Fue divertido.

- Lo fue - respondió Bangchan, y le sonrió. Se quedaron callados por un momento, disfrutando del silencio y de la brisa del mar.

- Es un día precioso, ¿no crees? - dijo Seungmin, admirado de como la apuesta del sol llegaba.

- Definitivamente - dijo Bangchan mirándolo.

Era Seungmin y el atardecer de fondo una vista hermosa.

De pronto, el espacio entre los dos se empezó a reducir, y poco a poco sus rostros fueron acercándose. El corazón de Seungmin comenzó a latir más rápido, y se preguntó si Bangchan estaba sintiendo lo mismo. Sus miradas se encontraron, y entonces Bangchan se inclinó lentamente, acercándose hacia él. Se miraron a los ojos y de repente sus labios se encontraron. El beso fue suave y tierno, y ambos se dejaron llevar por la sensación, fue lento y profundo. El sonido del mar rompiendo en la orilla parecía fundirse con el momento, como si el universo entero se hubiera detenido en aquellos breves instantes. Seungmin nunca había sentido nada como aquello, y Bangchan parecía sentir lo mismo. Cuando finalmente se separaron, ambos se quedaron mirándose, y, lentamente, se distanciaron. Se quedaron mirándose uno al otro por un momento, antes de que una de las sonrisas más encantadoras que jamás hayan visto comenzara a formarse en sus labios.

Sus sonrisas eran reflectantes, y sus miradas estaban llenas de alegría. Se sentían felices, y había una cierta magia en el aire.

- Me he ganado ese beso Omega

- Lo has hecho

NOT PERFECT ☯ CHANMIN ☯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora