«Ella no puede estar aquí»Tras ingresar a mi cuarto y cambiarme con rapidez, la camisa hecha pedazos por una sudadera con capucha, moví mis manos hacia un lado, abriendo el portal que necesitaba.
"Aquí vamos." Respiré hondo.
Al menos, tenía la confianza de saber que cada quién estaba en sus asuntos y nadie era testigo de la imprudencia que estaba a punto de cometer rompiendo todas las reglas de Selene para irme a ver con la persona que parecía necesitarme con urgencia al otro lado.
Inspeccionando una última vez mi dormitorio, comprobé como en ocasiones anteriores que nadie me estaba vigilando, y que todo estaba tranquilo... sin embargo, una parte de mí sabía que esa tranquilidad duraría poco cuando descubrieran lo que haría.
Pero, que me descubrieran era lo de menos...
Era lo de menos, y pasaba a segundo plano cuando sabía que del otro lado de ese portal, yacía mi mejor amiga totalmente desesperada, necesitando de mi ayuda.
El miedo porque algo malo le hubiera pasado me tenía temblorosa y es que...
No quería exponerme ni exponerla.
Pero ella...
Mi cerebro no tardó en recordarme la importancia de la loba en mi vida y suspirando con el corazón desbocado no tardé en me aventurarme a entrar en el lugar en que ella me esperaba.
"Ella fue tu único consuelo en los años vividos en el laboratorio, y es una de las pocas personas que a pesar de todo, nunca te ha despreciado ni juzgado por lo que eres y las cosas que haces. Ella, es quien guarda muchos de tus secretos y aunque no lo diga, es capaz de enfrentarse a cualquiera con tal de defender tu nombre."
Zoey Budimir era una de las pocas personas que amaba con todo mi ser y estaba segura de amar siempre, eso lo tenía totalmente claro en mi mente.
Al atravesar el portar y volver abrir los ojos los cuales no había notado que había cerrado, pisé con fuerza el nuevo lugar en donde había quedado de pie, sintiendo como el aire fresco y con olor a bosque invadía mis fosas nasales y una carretera completamente desolada quedaba frente a mis ojos.
¿Dónde diablos estaba?
Pasé entonces a girar mi cabeza hacia todos lados, en busca de la persona que se suponía que me estaba esperando, pero solo pude ubicar hierba y árboles a ambos extremos de la gran carretera, justo en el instante en que una motocicleta pasaba cerca de mí a tal velocidad que el aire me echaba la capucha hacia atrás junto con el cabello, mientras mi cuerpo, retrocedía por inercia con el instinto de supervivencia que me hacía cerrar los ojos con fuerza.
Hasta que la moto desapareció.
Mi ansiedad alcanzó niveles críticos. ¿Qué demonios era esto? ¡¿Dónde estaba ella?!
Con las manos comenzándome a sudar estaba a punto de sacar el móvil de mis vaqueros cuando su voz invadió mis oídos.
—¡Hey, aquí estoy! —gritó con su voz aterciopelada y sentí como si un balde de agua fría hubiera caído sobre mi cuerpo para espabilarme.
Con mis ojos, la busqué hasta encontrarla justo frente a mí, del lado opuesto de la carretera, saliendo de entre las ramas en donde segundos antes no había visto a nadie.
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Alma de acero y corazón de cristal [En proceso]
FantasyLa sangre de un grupo de jóvenes está siendo utilizada para crear una cura contra un virus que amenaza con destruir la humanidad, o esa es la mentira que se les ha dicho a las ingresadas al programa para que no hagan más preguntas.