«Eres tú o él»Cuando el sujeto se detuvo a tan solo unos tres metros de distancia, Alice intentó interponerse en medio, pero de inmediato se lo impedí tomándola del brazo.
—No, Alice, no quiero que salgas herida —le dije mirándola con firmeza a sus ojos verdes grisáceos que lucían vulnerables bajo la luz del amanecer—. Ya hiciste bastante por mí, así que déjame defenderme sola esta vez; al fin y al cabo, es a mí a quien él quiere. ¿No lo ves? —le pregunté, y justo cuando sus labios rollizos se abrieron para contestarme, noté movimiento por el rabillo del ojo.
Entonces, con mi mano aún sobre su hombro, la empujé con todas mis fuerzas lo más lejos posible de mí, sin darle tiempo a contestar.
Justo, en el preciso instante, en que un frasco abierto impactaba cerca de mis pies, destilando un humo espeso que de inmediato invadió mis fosas nasales y nubló todo a nuestro alrededor en una espesa neblina que me causó hasta escalofríos.
Tosí ante la toxicidad del mismo, y di varios pasos hacia delante con los ojos entrecerrados con la esperanza de poder ver algo de color, pero entonces, unos brazos grandes y fuertes me tomaron con firmeza de la cintura y me arrastraron en la dirección opuesta a la que me dirigía.
De inmediato, intenté liberarme de su agarre, sabiendo bien que era el sujeto.
—¡Suéltame, hijo de puta! —exclamé, completamente furiosa, pero su agarre solo se tornó más firme.
Y así me mantuve durante varios segundos; soltándole improperios, maldiciones y luchando por soltarme de su agarre mientras sentía su calmada respiración en mi nuca, y su fragancia mentolada invadía mis fosas nasales.
Hasta que, finalmente, la neblina a nuestro alrededor comenzó a desaparecer lentamente hasta que luego de unos segundos todo estuvo tan claro como en el principio.
Por lo que, pude localizar desde la distancia cómo mi hermana se levantaba del suelo con dificultad, comenzaba a mirar hacia todos lados, y al localizarme, no dudaba en dar un paso en mi dirección.
Casi al instante, meneé la cabeza en un evidente:
¡No vengas, por favor!
Quise gritarle con todas mis fuerzas, pero al parecer, en momentos de peligro, olvidaba cómo volver a hablar y moverme.
Me congelaba, mis pensamientos se enredaban, y solo podía ser consciente de cómo el corazón amenazaba con salírseme del pecho con latidos frenéticos.
Sin embargo, había notado en todas aquellas ocasiones que siempre había algo que me hacía reaccionar. Que me hacía volver en mí y retomar el control sobre mi cuerpo y mis sentidos siempre que estos parecían haber sido invadidos por un ser extraño, un ser ajeno a mí.
En ese caso, fue la escena de Alice corriendo hacia mí con desesperación, lo que me hizo reaccionar por fin.
Primero, todos pudimos ser conscientes de cómo el cielo sobre nosotros comenzó a tornarse de un espeso grisáceo de esos que amenazaban una furiosa tormenta.
Luego, el suelo bajo nuestros pies se agrietó con un crujido que sobresaltó al hombre que me sujetaba —lo pude sentir en cómo su agarre flaqueó por unos segundos— para liberar unas gruesas ramas verdes oscuras que en un rápido movimiento se estiraron en nuestra dirección de forma amenazante.
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Alma de acero y corazón de cristal [En proceso]
FantasyLa sangre de un grupo de jóvenes está siendo utilizada para crear una cura contra un virus que amenaza con destruir la humanidad, o esa es la mentira que se les ha dicho a las ingresadas al programa para que no hagan más preguntas.