Capítulo 8: Revelaciones trágicas

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Varios héroes estarían disgustados por la decisión de la asociación, la cual no les permitía acudir a defender la ciudad K del Kaijin conocido como Dodongo.
La mayoría simplemente se quedó dónde estaba, los más disgustados eran los de clase S y A quienes realmente no le encontraban alguna lógica ante esa extraña orden.
Mientras tanto, en un callejón solitario podíamos ver a la heroína de clase B rango 1: Fubuki. Ella se encontraba en shock debido al enorme descubrimiento que había realizado. Vio como Hayata se había transformado en el gigante plateado: Ultraman.

El mencionado, dio un enorme salto para comenzar a volar y dirigirse al lugar del desastre, ignorando la presencia de la heroína. Fubuki por su parte, al salir del trance en el que estaba, fruncia el ceño recordando las palabras que Hayata le había dicho aquella ves del tren.

Fubuki: Mentiroso.

Decía en un tono triste.

La asociación de héroes se encontraba monitoreando el paso de Dodongo. El kaijin estaba avanzando hacia las instalaciones de una mina del lugar, con el objetivo de arrasarla por completo.

Jinzuren: ¡No podemos quedarnos aquí sin hacer nada!

Ese Kaijin pronto acabara con las personas del lugar.

Zarab: Entiendo su frustración.

Pero es la única manera para demostrar mi punto.

Paciencia.

Mientras aquel Kaijin llegaría a unos cuantos metros de la mina, rugía de odio a los desafortunados quienes sin otra alternativa; huían del lugar despavoridos.
Dodongo se preparaba rascando la tierra con una de sus patas delanteras, se acomodaba en una posición. Luego dándose un impulso comenzó a correr en esa dirección, destruyendo un puente de la mina con sus enormes patas.

Las pisadas sacudían la tierra con cada golpe que daba en el suelo, dejando en ruinas lo que alguna vez fue un puente.
Aquel kaijin lazo un ataque de rayos amarillos desde sus ojos hasta las instalaciones. Provocando grandes explosiones en el lugar, las pocas personas que aún estaban ahí veían tales acciones con terror.

 Provocando grandes explosiones en el lugar, las pocas personas que aún estaban ahí veían tales acciones con terror

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Dodongo aún seguía rugiendo y atacando sin piedad, como si su ira la estuviera desquitando en esas personas.
Los miembros de la asociación de héroes veían esto con furia y molestia.

Busho: ¡Zarab!

El alienígena solo se quedó callado observando la situación desde los monitores.
Dodongo aún seguía atacando, provocando más explosiones y fuego a su paso.

Las instalaciones de la mina iban a convertirse en ruinas con el paso del kaijin, pero en eso, Ultraman logro llegar al sitio cayendo en la espalda del kaijin para sujetarlo de sus pequeñas alas. Pareciendo como si lo tratara de montar.

Ultraman en One Punch ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora