Capítulo 28

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[ Luego de los Sexagesimos quintos Juegos del Hambre ]

Luego de que su Tour de la Victoria terminará en el Capitolio, Finnick llegó a la conocida Reunión de Vencedores que Mags le habló durante el recorrido por Panem.

Con quince años, Finnick se sentía que tenía el alma de una persona de veinte. Había noches en que sentía las manos empapadas de sangre a quien él apuñaló con ese Tridente que le enviaron los patrocinadores.

Durante el viaje, había despertado gritando con la garganta a llamas. Pesadillas, él con la corona de Vencedor parado sobre una pila de cuerpos, veintitrés cuerpos, y sus manos manchadas de sangre.

La reunión era en los salones del mejor hotel del Capitolio. Mags lo presentó con los tributos más jóvenes.

Finnick reconoció a los hermanos Cashmere y Gloss ambos con copas de vinos en sus manos. Noto el vestido glamuroso de Cashmere que le cubría hasta el cuello, algo extraño para una chica de 16 años.

—Bienvenido al círculo de Vencedores, Finnick — Gloss le extendió la mano.

—Gracias — dijo Finnick, luego miró a Cashmere.

—Lo lamento niño — se mostró triste Cashmere — Ese rostro bonito tuyo. Será tu condena.

—Cashmere — Gloss habló como advertencia.

—¿Cuánto tiempo crees que demorarán en ponerlo en la lista? — gruñó Cashmere.

Finnick no sabía de lo que hablaban, hasta que sintió una mano sobre su espalda.

—Deben tener cuidado con sus lenguas — dijo una voz ronca.

Finnick giró levemente su rostro para ver a Haymitch Abernathy, el único Vencedor Masculino del Distrito Doce.

—Madame Snow y con ella su sombra — señaló con la mirada hacia la puerta principal.

Finnick, Cashmere y Gloss miraron a esa dirección.

Finnick conoció a la Primera Dama antes de su coronación de Victoria, a lado de Mags, susurrándose cosas al oído. Ella lo felicitó por su victoria y lo tomó de la mano en un gusto maternal.

Como siempre se ve en televisión, Madame Snow era una mujer que prefiere los atuendos Vintage, vestidos largos y colores neutros, siempre bien presentable.

Detrás de ella, vestida de negro estaba una mujer de unos treinta.

—¡Mags! — Madame Snow abrió sus brazos, Mags se acercó a ella y se abrazaron mientras se saludaban con besos lanzados.

Como si fueran aun adolescentes, ella entrelazaron sus brazos y susurraron algunas cosas. Luego se separaron mientras Madame Snow saludaba a los otros Vencedores.

Finnick vio como Cashmere y Gloss bebieron lo que tenían de vino en sus copas de un solo trago antes de dejar las copas vacías en la mesa detrás de ellos.

Saludo a Enobaria, intercambiaron algunas palabras. Finnick notó que Madame Snow era querida por los Vencedores, ya que algunos dejaron sus ceños fruncidos por genuinas sonrisas.

Ella se acercó hasta donde estaba su grupo conversando. Cashmere se arregló unos rubios mechones detrás de sus orejas.

—Los hermanos dorados — dijo Madame Snow cuando llegó con ellos. Los hermanos del Uno sonrieron — Es bueno volverlos a ver.

—El gusto es de nosotros, Madame Snow — saludo Gloss — ¿Cómo ha estado?

—Ocupada, pero feliz — contestó Madame Snow — Mi nieto Crassus pronto entrará a la Academia. Y mi Venus ya ha entrado a trabajar en el Banco de los Cardew. Por cierto querida Cashmere — tomó la mano de la Vencedora del Uno — Hay pastelitos de miel y frambuesas.

Un Sinsajo EnjauladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora