Capítulo 4

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Llegaron al Centro de Tributos en la mañana.

Draconis salió primero del auto y extendió su mano para ayudar a bajar a su madre y luego a Venus, que llevaba su blog de dibujos y lápices de colores.

—Creo que la única ventaja que tienen los del Doce es que tienen el piso superior — dijo Draco sosteniendo la correa de cierto de su maletín que cruzaba por su pecho.

—Es muy alto el edificio — comentó Venus con la vista inclinada hacia arriba.

—Vamos chicos — dijo madre avanzando. Detrás de ellos estaban los dos Agentes de la Paz asignados a la Primera Dama de Panem.

Entraron al edificio y que persona que pasaba cerca de ellos saludó con respeto a madre, caminaron hasta uno de los ascensores y se toparon con la señora Flanagan.

—¡Mags querida! — sonrío madre, la señora Mags se acercó y ambas se abrazaron junto a un beso en la mejilla.

—Lucy Gray — sonrió la señora Mags, las dos estaban tomadas de las manos.

—¿Cómo estás querida? — preguntó madre con una expresión suave.

—Son días malos

Draco permaneció callado, sabía del hijo tributo de la señora Mags y como no ganó los juegos, y por ciertas llamadas que había logrado escuchar de su madre y amiga sabía que el esposo de la señora Mags murió dos meses después de los Trigésimos séptimo Juegos.

—¿Y esta preciosa niña? — preguntó la señora Mags mirando a Venus.

—Venus Cardew — se presentó Venus — Un gusto conocerla, señora Flanagan.

—Es muy parecida a Karone de joven — sonrió la señora.

—¿Verdad? — contestó madre divertida a su amiga. — No se parece a nada a Sebastian.

Draco evitó rodar los ojos, Karone había sido lista al casarse con Sebastian Cardew solo por ser parte de la familia de los banqueros más poderosos del Capitolio, así que como una serpiente le había estado coqueteando en la universidad.

Padre la felicitó por su noviazgo perfectamente planeado.

Sebastian no era muy agradecido, así que fue una bendición que Venus sea más Snow que Cardew.

—Y el apuesto joven Draconis — la señora Mags.

—Señora Flanagan — dijo Draco con todos los modales inculcados desde bebé — Un gusto volver a verla.

La señora Mags sonrió algo triste, pero siempre se ponía más triste cuando Andros estaba a la vista. El hijo de ella tendría una edad similar a la de Andros.

—Bueno querida, hablamos más tarde — dijo madre a su amiga — Debo ir a ver a mis tributos.

—Y yo vengo de ver a los míos — negó con la cabeza — De cuatro chicos este años, mis dos chicas se odian a muerte porque hay un chico en el Cuatro que salió con ambas, drama adolescente. Ahora debo evitar que se maten estos días.

Ambas se despidieron y luego la señora Mags de ellos. Los tres subieron al ascensor junto con los agentes de la Paz. Luego de una aburrida música de elevador

"Muy simplona" dijo madre llegaron al Doceavo piso. Al entrar los cuatro chicos del Doce estaban sentados junto a Flavius es Escolta asignado, Kore Mayfield y los estilistas para el Doce.

—Madame Snow — se levantó Flavius y caminó rápidamente hacia su madre con una sonrisa empalagosa. El hombre vestido de púrpura beso la mano de madre — Ilumina nuestras vidas con su presencia.

Un Sinsajo EnjauladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora