Capítulo 3

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Llegaron a la Residencia Presidencial y Venus ayudó a su abuela a bajar del auto.

—Yo puedo sola, Venus — dijo la abuela Lucy.

—Lo sé, pero quiero ayudarte — sonrió Venus.

Mamá salió del asiento del copiloto revisando el celular con el ceño fruncido.

—¿Pasa algo cariño? — preguntó la abuela.

—Me necesitan en el laboratorio — contestó mamá, guardando el teléfono en su bolso para luego mirarla — ¿Crees que puedas quedarte con tu abuela hasta que tu tío Draco o Andros regresen?

—Puedo cuidarme sola, Karone — dijo la abuela Lucy — Además estoy segura que Venus querrá ir a la casa de una de sus amigas.

—Quiero quedarme con la abuela — Venus rápidamente se aferró al brazo de su abuela — Estoy practicando una nueva canción en el piano y quiero que la abuela me escuche.

—Está decidido – sonrió madre para luego acercarse a la abuela y darle un beso en la mejilla — Llegare para la cena, madre.

Mamá se subió nuevamente al carro y partieron del lugar. Venus acompañó a la abuela hasta la sala de estar donde estaba el piano, uno de los Avox le trajo una bebida un poco helada a la abuela y a Venus su limonada rosa.

—¿Y qué canción has estado practicando querida? — preguntó la abuela Lucy.

Venus se colocó en el banquillo del piano, toda la vida lo había visto, pero su mamá le había dicho que el abuelo lo había conseguido para el tío Andros hace muchos años atrás.

Venus se enderezó y empezó a tocar la pieza que estaba practicando desde el mes pasado, solo cuando supo que lo manejaba mejor quiso mostrárselo a la abuela.

Sus dedos empezaron a tocar las teclas y se abstuvo de cantar, ya que el canto no era lo de ella. Y le ponía triste, ya que había escuchado cantar y tenía una voz hermosa, algo que Venus no había heredado.

Cuando terminó la pieza, la abuela Lucy la empezó a aplaudir.

—Maravilloso como siempre, mi cielo — le sonrió la abuela. —¿Y cuando es el recital en el conservatorio?

—En dos meses — contestó Venus orgullosa — Será quien habrá la noche. Pero será la otra pieza más larga. ¿Quieres escucharla?

—Siempre te querré escuchar.

Venus cambió las partituras a las que debía ensayar para el recital.

"El invierno" se llamaba la pieza, y hasta el momento una de las que Venus consideraba un gran reto.

El Avox le trajo a la abuela otra bebida helada mientras Venus tocaba la pieza, tratando de que sus dedos tocaran a la perfección cada nota escrita en la partitura.

Venus miraba a las notas frente a ella, con absoluta concentración. Con los ojos levemente entrecerrados, queriendo que todo sea perfecto.

Al final, tocó mal una nota, haciéndola desconcentrar.

—Oh no – dijo molesta Venus ante su error.

—Lo hiciste bien, cariño.

—Pero me equivoque — contestó Venus.

La abuela se sentó a su lado en el banquillo, con calma ella empezó a tocar ciertas notas. Venus le enseñó en qué parte se le hacía difícil.

Con su habitual voz suave, le empezó a indicar como poder manejar esas notas que tanto se le complicaba a Venus.

Un Sinsajo EnjauladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora