Capítulo 37

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Cinna observó a Madame Snow admirar a Katniss.

—Luces tan preciosa — sonrió Madame Snow viendo a Katniss usar el vestido de Cinna.

Katniss bajó la mirada cohibida.

—La silueta del vestido resalta a la perfección la figura de Katniss — continuó hablando Madame Snow — Es joven, tiene lindos ojos. Y esa cintura... — le dio una sonrisa —.. solía tener una igual, pero Octavian me arruinó mi cintura.

Cinna del chiste de Madame Snow.

—Increíble — dijo Cinna.

—No me siento increíble — contestó Katniss.

—No sabes lo hermosa que estas — dijo Cinna tratando de calmarla, lucía como de esos cachorros con miedo, listos para morder.

—Si, muy preciosa. Como flores en primavera — agregó Madame Snow tratando de subirle el ánimo a Katniss.

—No se como hacer que el público me quiera — siguió Katniss con su diatriba — ¿Cómo hago que me quieran?

—Como tu hiciste que te quiera — respondió Cinna.

—Es diferente, nunca lo intente — contestó Katniss.

—¡Exacto! — señaló Madame Snow — Tienes un aura de pureza, como pájaro encantador cuyo canto hipnotiza a todos.

—No sé cantar...bien.

—Cariño, eres una Covey — afirmó Madame Snow — Simplemente lo llevas en la sangre.

—Solo sé tú misma — dijo Cinna levantándose del sillón para ir a donde Katniss. — Vamos a estar ahí en todo momento. — le arregló un mechón de su cabello — Y solo finge que soy yo ahí contigo.

—Eres encantadora — sonrio Madame Snow tomando la mano de Katniss — Solo sonríe y todo el Capitolio caerá a tu pies.

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Thadeus observó desde la sala familiar las entrevistas de los Tributos.

El abuelo Coriolanus estaba sentado a lado de tía Karone, que tenía una copa de vino blanco en sus manos.

Luego de casi una hora, finalmente llegó el turno del Distrito Doce.

—Del Distrito Doce, ustedes la conocen como La Chica en Llamas — anunció Caesar Flickerman — ¡Y nosotros como la adorable Katniss Everdeen!

Thadeus se enderezó cuando vio a la tributo de su abuela entrar al escenario.

Con un vestido rojo cálido, su expresión era indescriptible, como un asombro reflejado en sus ojos.

Luego se sentó aun tomada de la mano con Caesar, él dijo algo pero Katniss Everdeen estaba distraída.

—¿Qué? — preguntó Katniss a Caesar, se escucharon risas del público y Thadeus vio como Neron cubría su boca con su copa de sidra para no reírse.

—Creo que alguien está un poco nerviosa — dijo Caesar con tono burlón. —Te dije que fue una gran entrada en el desfile de tributos el otro día. ¿Nos hablarías de eso?

—Pues yo solo... esperaba que el fuego no me quemara — contestó Katniss con tono nervioso.

Las risas se escucharon a través de la pantalla.

—Cuando apareciste en ese carro, mi corazón se detuvo — comentó Caesar y luego miró al público — ¿Alguien más también lo experimentó? Mi corazón se detuvo.

Un Sinsajo EnjauladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora