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JungKook

Al pasar los días todavía recuerdo cuando el rey me mandó a llamar a su despacho recuerdo también la terrible sensación de nervios que azotaron mi garganta cuando me dirigí hacia ese lugar, las memorias siguen intactas pues el miedo que sentí ese día no se podía borrar aún de mi mente.

...

— ¿Sabes porqué estás aquí JungKook? — trago fuerte negando mientras veo al rey caminar a mi alrededor. Aprieto el mango de mi espada y lo veo de reojo cuando chasquea la lengua.— puedes responder, tienes mi permiso.

— No, Su Majestad. — niego.

Él me mira fijamente y luego de coloca frente a mí para seguir haciéndolo, está serio, muy serio.

— Te mandé a llamar porque necesito hablar contigo de algo sumamente importante. — su voz no pierde la autoridad en ningún momento así como yo no pierdo la firmeza a pesar de estar con los nervios dañando mi cuerpo.

— Estoy a su disposición Su Majestad.

— Como te lo dije aquella vez estoy muy agradecido contigo por haber cuidado y protegido a HyeJin en esos días de resguardo, fue muy valiente de tu parte. — me reconoce y vuelvo a tragar. Por suerte el uniforme de hoy tiene un suéter de lana por dentro que cubre hasta mi cuello por el frío que está haciendo. Aunque es normal para mí debo cumplir con el reglamento.

Sí Su Majestad, también fui muy valiente en robarle la inocencia a su hija...

— Es un honor para mi Su Majestad. — hago una reverencia con mi cabeza. Él vuelve a caminar por la habitación y espero ansioso por lo que tenga para decir.

— Como sabrás la Reina KyungSoon ha venido a mi reino por unos días como parte de la invitación que le hice como agradecimiento. — asiento nervioso por ello y él prosigue.— hablar con ella sobre las habilidades que HyeJin puede aprender me ha hecho pensar un poco más sobre la situación... JungKook... — me mira.— Quiero dejarte un cargo muy especial de ahora en adelante por tu gran capacidad de combate... te encargarás de enseñarle lo que sabes a la princesa. — abro los ojos de más y él me frunce el ceño.— Sí sé que mi hija es un tanto difícil de controlar por su carácter pero es importante que aprenda, KyungSoon me lo hizo saber.

Abro la boca para hablar pero nada sale, luego de un rato respondo en un intento fallido de sonar seguro.

— Sí Su Majestad. — hago una reverencia y luego suelto un suspiro cuando me mira de esa forma.

— Suerte JungKook. — pasa a mi lado y me palmea el hombro para terminar de salir.

— Tiene que ser una maldita broma del destino. — susurro mirando hacia el piso.

AMALUNA: El Hijo De La Luna © JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora